Los directivos de Unidad Editorial se están reuniendo en las instalaciones que posee el Grupo en el barrio de Manoteras. Un encuentro que ha servido para escenificar la nueva condición de consejero con plenos poderes de Fernández Galiano.
Este nuevo ‘control total’ sobre la empresa se extiende también a El Mundo, un coto privado al que hasta el momento tenía acceso exclusivo Pedrojota Ramírez. De esta manera las decisiones administrativas y de gestión que pliquen a la cabecera generalista no pasarán necesariamente el histórico director y en ellas Galiano siempre tendrá la últa palabra.
Este cambio en la gestión fue precisamente una de las exigencias de Fernández Galiano para quedarse en Unidad Editorial, después que estuviese prácticamente fichado Vocento. Desde la marcha de Alfonso de Salas, son conocidas las diferencias de Galiano y Pedrojota y los conflictos que éstas disputas generaban en la gestión de El Mundo y en la relación de Unidad Editorial con sus dueños italianos.
Es ello que RCS ha optado poner en manos del gestor todas las armas para poder salvar la crisis. El objetivo principal es relanzar el grupo y refundar su modelo de negocio que tiene en la UCI las cuentas de la empresa. Precisamente escenificar la reunión en Manoteras y no en el monasterio madrileño de El Paular como venía haciéndose en años anteriores, es un buen ejemplo de que todos deben ajustarse el cinturón.
En cuanto a soluciones, lo único que se conoce de esta estrategia para el nuevo curso es la resurrección parcial de VEO 7 y mayores ajustes en todas las cabeceras. En la reunión también se ha conocido que entre las soluciones puntuales se evalúa agrupar todas las secciones de El Mundo que no son de prera línea en un solo contenedor y así ahorrar costes. El ERE es otra de las soluciones que se encuentran en las carpetas de los directivos.
Seguiremos Informando…