Una de las promesas electorales de Alfredo Pérez Rubalcaba es que si gana litará el número de canales que hay en España, ‘dado el elevado número de televisiones’ que ha traído la TDT. El candidato socialista está dispuesto a deshacer lo construido su partido en materia audiovisual.
Alfredo Pérez Rubalcaba contempla en su programa arreglar los desaguisados del Partido Socialista en materia audiovisual. En prer lugar se compromete a estudiar la búsqueda de soluciones que permitan disminuir el volumen total de licencias y títulos habilitantes previstos, facilitando la devolución de licencias a aquellos que no puedan o no quieran explotarlas. En su opinión, es necesario acometer este recorte dado el elevado número de televisiones en TDT, fruto del reparto de licencias en las distintas demarcaciones geográficas, en el ámbito autonómico y local.
El candidato responde así a una de las principales quejas de las televisiones privadas, que han visto cómo se fragmentaban las audiencias y consiguiente los ingresos publicitarios debido al aumento exponencial de canales. Pero también contradice la política audiovisual del PSOE.
La puesta en marcha de la TDT ha sido uno de los principales retos del Ministerio de Industria que no ha quedado exento de polémica. El Gobierno aprobó en el año 2005 el Plan Técnico Nacional de la Televisión Digital Terrestre. En ese mismo año concedió a Prisa un canal en abierto y en 2006 hizo lo propio con La Sexta. A estas cadenas se les dio la opción de comenzar sus emisiones en analógico, lo que provocó las quejas de los canales Veo Televisión y Net TV, que recibieron licencias exclusivamente para TDT en el año 1999 con el Gobierno de Aznar.
Para compensar a las cadenas de Unidad Editorial y Vocento, debido a la clara posición de desventaja en la que se encontraban con respecto a Cuatro y La Sexta, Zapatero concedió un multiplex a cada una, lo mismo que habían recibido el resto de las televisiones analógicas.
El número de canales se multiplicó exponencialmente, puesto que también se concedieron multiplex a las televisiones autonómicas y se repartieron licencias locales. Muchas de las cuales no han llegado a explotarse puesto que la llegada de la crisis en 2008 provocó que algunas empresas renunciaran a ellas.
Esta situación generó un enorme descontento entre las televisiones privadas que veían cómo la tarta publicitaria tendría que repartirse ahora entre muchos más canales. Desde UTECA (Unión de Televisiones Comerciales Asociadas) pidieron al Gobierno que elinara la publicidad de Televisión Española para compensar las pérdidas en el mercado publicitario y acabar así con la posición de ventaja de la cadena pública.
En enero de 2010 la publicidad de la televisión pública había desaparecido, estableciéndose un canon a los operadores de televisión y a las telecos para financiar la cadena. Pero la posición a las telecos no contó con el visto bueno de Europa. El Gobierno de Zapatero, con Rubalcaba como tavoz, insistió en la legalidad de este puesto. Sin embargo, el candidato a las próxas elecciones contempla ahora la posibilidad de que la Unión Europea no de su brazo a torcer en esta materia. ‘Deberemos asegurar que si la UE entiende que los operadores de telecomunicaciones no deben contribuir al sosteniento financiero de RTVE, puedan existir instrumentos alternativos de financiación de este servicio público’ dijo durante la aprobación del programa electoral el Comité Federal del PSOE.
Otro de los objetivos con vistas a una próxa legislatura es la creación del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA), organismo incluido en la Ley Audiovisual que finalmente no ha podido ver la luz en estos cuatro años. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, decidió abrir un concurso para elegir a una empresa privada que se encargase de controlar el cumpliento de la Ley Audiovisual hasta que no se cree el CEMA. Dicha empresa recibirá cinco millones de euros estas funciones desde el año 2012 hasta el 2014. Rubalcaba dice además que las Comunidades Autónomas deben contar con su propio Consejo con funciones silares e independientes del Ejecutivo. En España existían los Consejos Audiovisuales de Cataluña, Navarra y Andalucía. Aunque como medida de ahorro Navarra aprobó la disolución del CoAN.
Lo único que mantiene Alfredo Pérez Rubalcaba en materia audiovisual es precisamente la necesidad del naciento del CEMA. El candidato socialista reconoce ahora la saturación de canales en televisión, aunque fue parte activa del Gobierno que puso en marcha este modelo, y está dispuesto a buscar vías para la financiación de la televisión pública. Las promesas electorales de Rubalcaba se basan en reparar el daño provocado su propio partido.
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