El Grupo Prisa ha vivido estos días un verdadero ‘vía crucis’ bursátil. La empresa editora de El País, la Ser y Santillana ha registrado un nuevo míno histórico en Bolsa de 51 céntos durante el pasado miércoles. El jueves –el últo día de apertura de la Bolsa subió levemente hasta los 53 céntos.
La acción de Prisa sigue cayendo en picado y es difícil prever hasta cuando seguirá desplomándose. Desde hace un año el Grupo viene rompiendo todos los récords negativos y sucesivamente ha ido cayendo desde un euro, pasando los ochenta y los setenta céntos. Este miércoles de semana santa el desplome ha sido aún más brutal. El papel de Prisa llegó a cotizarse en los 51 céntos y el jueves repuntó levemente hasta los 53 céntos. A la espera de que mañana abran nuevamente las Bolsas, en el parqué madrileño una acción del Prisa cuesta hoy casi lo mismo que una barra de pan en el supermercado.
Este dato se conoce en medio de la polémica respecto del verdadero alcance de la reforma del Impuesto de Sociedades en los resultados de la compañía. El pasado 2 de abril Prisa enviaba un comunicado a la CNMV en que explicaba que no se producirían pactos ‘a la vista de las especulaciones de algunos analistas financieros sobre su eventual pacto en las cuentas’ de la compañía. La empresa de comunicación explicaba que ‘los gastos financieros no deducibles, según la reforma aprobada, pueden ser deducidos con el mismo límite en los siguientes 18 ejercicios, lo que previsiblemente la medida tampoco plica ningún pacto en la cuenta de resultados de los próxos años’.
No obstante, los analistas no creyeron a Prisa y la acción se desplomó a mínos históricos hacia finales de la semana pasada. Y es que a pesar de que llevamos sólo tres meses, el Grupo ha tenido una marcha turbulenta en Bolsa con un retroceso anual del 39%. El 29 de febrero el grupo perdía un 10,7% de su valor en la Bolsa de Madrid después de presentar los peores resultados de su historia.
Durante 2011 el Grupo perdió 451,29 millones de euros. El mercado interpreta que a pesar de las provisiones efectuadas las inversiones en Portugal y ajustes fiscales valor 400 millones de euros, el 2011 ha sido un péso año para la compañía con una reducción del EBITDA del 26,7% y una reducción de ingresos de casi el 4%. En este complejo contexto, los costes aumentaron un 11%, principalmente gracias a las indemnizaciones derivadas del ERE puesto en marcha en 2011.
La percepción que existe en el mercado es que la empresa no entrega confianza y que su abultada deuda lastra sus planes de futuro. Los analistas consideran que Prisa no ha hecho nada relevante reducir los casi 4.000 millones de euros que tiene de deuda y que sus anuncios sobre la marcha del negocio son intrascendentes. En estos momentos no hay ningún hecho que realmente tumbe la acción, sino que se refleja un largo y continuado desplome que ya a comienzos de septiembre de 2011 abandonaba la barrera sicológica del euro.
Este límite sólo había sido superado el prer trestre de 2009, aunque sólo algunos días, para retomar nuevamente la senda de los dos euros. No obstante, sólo mirando las cotizaciones históricas de Prisa podemos valorar la real magnitud de este desplome. Prisa debutó en el parqué a 24,3 euros en junio de 2000 y logró su máxo histórico el 25 de septiembre del año 2000 rozando los 30 euros.
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