Prisa está solo, o al menos eso quieren creer en los cuarteles de Gran Vía. En medio de la crisis económica y con el Ejecutivo duramente cuestionado los movientos sociales, Cebrián quiere apretar las tuercas y radicalizar su discurso de cara a septiembre. El objetivo es ganarse a los lectores de izquierdas y retomar su papel como medio de referencia de la Oposición.
TVE ha vuelto a manos del PP y Público ya no está en los quioscos. Descontando a los medios independientes y a las corrientes de opinión del ciberespacio, en el papel Prisa –El País y la Ser se han quedado como el único referente de izquierdas dentro del panorama mediático español. Al menos de la izquierda ‘oficialista’ liderada el Partido Socialista (PSOE).
El objetivo no es otro que recuperar el peso político perdido y en lo posible aumentar sus alicaídas ventas aprovechando el descontento generalizado con el Ejecutivo. No obstante, la tarea no es fácil. El País y al Ser, al igual que buena parte de los periódicos tradicionales, ha perdido su prestigio y ahora son vistos como parte del régen establecido que da sustento a una clase política fuertemente cuestionada.
El País ha intentado sin éxito acercarse a las nuevas generaciones y a los jóvenes con una agresiva estrategia digital, no obstante, estos nuevos lectores de izquierdas son más cercanos a nuevos movientos y están cada vez más distanciados del PSOE clásico, uno de los referentes históricos de buque insignia de Prisa.
En estos momentos, la necesidad de información y de expresión de estos jóvenes se canaliza a través de las redes sociales y de medios fuera del sistema, lo que hace que El País se quede fuera de estos momentos y del consumo de información que estas nuevas generaciones realizan.
Pese a ello el objetivo es aglutinar a todos los votantes del PSOE bajo su marca informativa, siendo aún más duros con el Ejecutivo y con sus propuestas. Una estrategia –ir a la contra que siempre le ha resultado a El Mundo cuando ha estado en la ‘oposición’, pero que debido a la crisis de los medios y de credibilidad se le ha complicado de manera tante al diario de Prisa.
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