La temible cuesta del mes de septiembre se ha hecho este año más fatigosa para el bolsillo de los consumidores españoles con la subida del IVA. Este incremento en los precios, ¿afecta de alguna manera en la preferencia las marcas blancas o las marcas propias? Depende.
Depende de quien elabore el estudio y saque sus propias conclusiones. Así, pese a que, a día de hoy, la diferencia de precio entre la marca de distribuidor y la marca de fabricante se sitúa en un 37,4%, los consumidores siguen apostando las marcas propias. Eso, al menos, es lo que asegura la consultora SymphonyIRI: este creciento se ha producido en un momento en el que los precios de la marca de distribuidor se han incrementado en un 2,4%, una subida muy superior a la experentada los productos de marcas de fabricante, que se ha situado en un 0,2% señala el informe.
‘Estos datos demuestran que son la calidad y la seguridad de los productos de marca propia los que han convencido a los consumidores enca de los precios’, aclara Christophe Heurtevent, Vicepresidente Senior para el Sur de Europa de Trace One, compañía especializada en la creación de plataformas ecolaborativas para los distribuidores e industriales del sector de los Productos de Gran Consumo que pretenden acelerar la innovación y la gestión de la calidad de los productos de marca propia de todas las categorías.
Sin embargo, otro estudio, el de Axesor Marketing Intelligence, contradice estas afirmaciones, al asegurar que el 85% de los jóvenes españoles prefiere las marcas blancas.
Este informe llamado ‘Los españoles ante las marcas blancas’ asegura no sólo que el 85% de los españoles menores de 40 años prefiere las marcas blancas antes que la marca del fabricante sino también el 65% de las familias numerosas. Además, señala que en el conjunto de la sociedad –y no sólo los tan jóvenes el 40% de los consumidores opta las marcas blancas frente al 20% que escoge las marcas de fabricante, mientras que el 40% restante afirma no apreciar diferencias.
Dos estudios. Dos conclusiones claramente contrapuestas. Mismo afán de intentar demostrar una tesis pero una única realidad: el ascenso parable que constatan los españoles es el de los precios.
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