Prisa no levanta cabeza. La compañía sigue sin generar atractivo para los inversores a pesar de reducir fuertemente sus costes laborales vía EREs. Una semana después de la presentación del Expediente de El País la cotización de la empresa en Bolsa rozó su míno histórico (32 céntos) lo que se traduce en una caída de más del 60% en lo que va de año.
El año horrible de Prisa ha ido acompañado de un péso desempeño en Bolsa, uno de los barómetros de la salud financiera de cualquier empresa. La compañía cotiza en estos momentos a 0,34 euros, apenas tres céntos enca de su cotización histórica más baja. Recordemos que Prisa debutaba en el parqué en el año 2.000 a más de 20 euros acción.
Pero doce años después las cosas son muy distintas. La jornada de ayer la compañía cerró a 32 céntos con un leve repunte del 7,8% a mediados de esta mañana. Datos que reflejan que los EREs presentados la compañía en Brad Solutions, Revistas, Cinco Días y El País, en nada han ayudado a mejorar la percepción de los inversionistas respecto de la salud de la compañía.
Prisa sigue teniendo una deuda de 3.500 millones de euros y hace unas semanas los bancos acreedores entraron en el capital de la compañía. Incluso este curso las cosas han ido a peor, ya que a su abultada deuda se suma ahora la crisis de sus principales productos: El País entrará en pérdidas y probablemente también la Cadena Ser.
Sólo queda Santillana y la televisión de pago que también podría ver reducido su número de abonados después de la subida del IVA. Prisa TV además ha desembolsado más de 300 millones el fútbol de Liga y Champions, en medio de un crisis de ingresos en que será muy difícil que los rentabilice.
En resumen, unas perspectivas nada halagüeñas para una empresa que no mejorará ingresos este año, que lucha no tener pérdidas y que recorta costes de manera frenética. Una combinación que no permitirá seguir reduciendo deuda si es que no se opta vender activos cuanto antes, una decisión retrasada Cebrián desde que comenzó la crisis.
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