La eficacia y seguridad de las vacunas a la hora de prevenir enfermedades infecciosas se ha demostrado a lo largo de la historia. La difteria, el tétanos, la tosferina, el sarampión, la rubéola y la parotiditis son algunas de las enfermedades transmisibles que han supuesto un problema pandémico en el últo siglo, pero cuya incidencia está hoy bajo control gracias a la inmunización ofrecida las vacunas. En otros casos, como la poliomielitis, se ha logrado incluso la completa erradicación de la patología.
Sin embargo, y a pesar de que en España existe una elevada tasa de vacunación infantil, los adultos españoles siguen sin concienciarse sobre la tancia de vacunarse, lo que supone un riesgo para ellos mismos y para todo su entorno. Así lo han destacado los expertos reunidos hoy en el seminario ‘Inmunización en adultos. ¿Un reto alcanzar?’, organizado la compañía biomédica Pfizer.
Los españoles continúan entendiendo la vacunación como una herramienta preventiva asociada a la infancia, a pesar de que muchas de las patologías consideradas socialmente como infantiles pueden afectar también a los mayores no inmunizados. Un ejemplo lo constituyen los brotes controlados de sarampión detectados entre los años 2010 y 2011, en los que el 32,1% de los casos correspondieron a mayores de 19 años.
Para evitar que se repitan situaciones como ésta, estos expertos han insistido en la tancia de inculcar la cultura de la prevención no sólo en la población infantil, sino también entre los adultos, puesto que hay muchos no vacunados durante la niñez o que deben recibir dosis periódicas de recuerdo. Asismo, han recordado que, a pesar de que ya existen vacunas especialmente indicadas para adultos, se sigue detectando una mayor tasa de mortalidad en ellos enfermedades inmunoprevenibles.
El doctor José Ramón de Juanes, Jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital 12 de Octubre, ha explicado que, ‘mientras que la vacunación en el niño está incluida en los calendarios infantiles y todos los padres están pendientes de vacunar a sus hijos, el adulto a menudo queda desatendido sí mismo hasta que ve un caso próxo que le llama la atención y decide vacunarse’. El motivo principal de esta despreocupación la salud propia es, según los resultados de un estudio presentado durante el seminario el doctor Juan José Picazo de la Garza, presidente de la Sociedad Española de Quioterapia, Infección y Vacunas (SEQ), ‘la falta de percepción en cuanto al contagio y al riesgo que uno mismo presenta’, a pesar de que ‘diversas enfermedades infecciosas pueden volver si se abandonan los hábitos vacunales’.
Para Santiago Cuéllar, Responsable del Departamento de Acción Profesional del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), en esta labor de concienciación social el farmacéutico se convierte en una figura prescindible, ya que puede transmitir la necesidad de prevención al paciente y a las personas sanas, debido a su relación cercana con los usuarios de la oficina de farmacia. ‘No hay información generalizada acerca de la tancia de la vacunación. En niños está más asumida, aunque haya alguna carencia, pero en adultos hay lagunas tantes’, ha manifestado el representante del CGCOF.
Como alternativa para corregir la situación actual y reducir este riesgo, durante el encuentro se ha planteado la posibilidad de que la vacunación pudiera dejar de ser un derecho y convertirse en un deber en aras de promover la salud pública. En este sentido, César Tolosa, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, ha explicado que ‘pese al carácter voluntario de la vacunación, resulta posible obligar a vacunarse bajo ciertos requisitos, sin que tal posición suponga violación alguna de los derechos individuales constitucionalmente reconocidos’.
No obstante, no se debe pasar alto la actual coyuntura económica y su pacto sobre el SNS en cuanto a financiación de los programas vacunales. A este respecto, Xurxo Hervada, Subdirector General de Información sobre Salud y Epidemiología de la Consejería de Sanidad de Galicia, ha asegurado ‘que las vacunas, como cualquier nueva prestación, deben de ser evaluadas rigurosamente antes de su introducción en calendario, incluyendo su evaluación económica, con el objetivo de asegurar que el gasto que se vaya a realizar sea eficiente. Pero no se pueden utilizar los resultados de la misma como único criterio para la priorización o la toma de decisiones’.
Recomendaciones de la OMS en adultos
Durante el encuentro, se han abordado también las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en cuanto a la vacunación en adultos. Esta autoridad establece como necesaria la administración de dosis de recuerdo frente a la difteria, el tétanos, la tosferina y la gripe y la enfermedad neumocócica en el caso de personas con alguna patología asociada.
La doctora Berta Uriel, Jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Complejo Hospitalario Universitario de Orense y Presidenta de la Sociedad Española de Medicina Preventiva Salud Pública e Higiene (SEMPSPH), ha explicado cuáles son las recomendaciones vacunales en adultos indicación médica. Asismo, se ha referido a la necesidad de que el médico de familia y el especialista incoren las vacunas en su consulta como una herramienta que ata beneficios tantes a los pacientes con un perfil de seguridad y de comodidad de administración que supera a muchos fármacos de uso corriente. ‘Los médicos tenemos que abandonar la tendencia a considerar las vacunas sólo competencia de los pediatras y de la Salud Pública’.
En el caso concreto de la enfermedad neumocócica, el doctor Ángel Gil, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Rey Juan Carlos, ha revelado que ‘la tasa de letalidad en las personas que la padecen está en torno al 20%’, y ha explicado que la vacuna en el adulto permite reducir casi el 50% de las muertes. Como consecuencia de su alto poder de inmunización, el doctor ha destacado que se trata de una medida considerablemente más costeefectiva que la administración de antibióticos una vez que se ha desencadenado el proceso, ya que éstos generan resistencias a largo plazo.
Por su parte, Luis Jodar, Vicepresidente del departamento de Vacunas, Medicamentos y Asuntos Científicos de Pfizer, se ha referido a la tancia de ‘aumentar los esfuerzos de vigilancia en todo el mundo para medir el pacto en términos de mortalidad y morbilidad de la introducción de vacunas en los programas de vacunación infantil’. Esta labor de vigilancia epidemiológica debe mantenerse en el tiempo y dotarse de recursos apropiados para ‘poder detectar rápidamente la aparición de nuevos serotipos de enfermedad neumocócica invasiva (ENI)’. Esto es decisivo en la búsqueda de nuevas vacunas experentales antineumocócicas que sean capaces de procionar la cobertura de cepas adecuada para las situaciones epidemiológicas tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo.