La que han liado esta semana los huelguistas ex Telefónica en Barcelona campa entre la extorsión, la amenaza, la venganza, la vergüenza y el escándalo público. No me explico, de veras, como en Telefónica están aguantando el tipo sin responder de forma contundente a esta provocación manifiesta. Lejos de la tan cacareada readmisión, el tal Marcos y sus secuaces lo que se merecen es una demanda cualquiera de los conceptos glosados más arriba.
Los movientos de los últos días hacen parecer a la huelga de noviembre un acto heroico y digno de loa. Al menos en aquella ocasión mantuvieron una huelga de hambre en serio, al parecer, medida desmesurada para lo que pedían, pero en todo caso una medida dura de adoptar y mantener. Aguantaron más de veinte días, durante los cuales solicitaron hablar con los directivos y metieron algo de ruido en redes sociales. Nada más.
En esta ocasión, calculo que debido al poco éxito que tuvieron hace tres meses, las operaciones han ido mucho más allá. Para empezar, la huelga de hambre no ha pasado de dieta de adelgazamiento, que ha durado lo que ha durado el congreso de móviles en Barcelona: cuatro días. Congreso a las puertas del cual, cierto, le han montado a Telefónica un escándalo que solo sirve para empobrecer la agen de ese enorme e internacional evento cuando más falta nos hace sacar la cara las empresas españolas. ¿Imagen Marca España?
En las redes sociales han ido aún más lejos. Como la otra vez no pasaron de ser tendencia –el famoso Trending Topic un par de horas, esta semana han decidido atacar y contraatacar para poder culpar a Telefónica de querer reventar su campaña. Y lo han afirmado, asegurado y si creyeran en algo lo hubieran jurado, sin pruebas y sin más certezas que su propia cara dura y la punidad con la que saben que cuentan.
Telefónica, una compañía históricamente respetuosa con los trabajadores, que ha protagonizado los EREs más ventajosos de la últa década en España, que es la prera que está pagando de sus cuentas los dos años de paro de sus prejubilados, con una trayectoria de relación con los sindicatos pecable y envidiada dentro y fuera de España, tiene que ver como un grupo de descerebrados, que además no tienen razón, la hace pasar torturadora del empleado. Todo es gratis, todo vale…
Y sin rechistar, que cualquier moviento de la Compañía para defenderse del ataque será interpretado en clave equivocada las masas enfurecidas y desinformadas.
Cualquiera que haya leído en los últos días los comentarios en Twitter, ejemplo, se preguntará cómo se puede insultar, violentar y atacar de manera tan feroz a la empresa a la que se supone que el ínclito Marcos quiere volver. Y la respuesta es sencilla, ya la habrán adivinado: es que lo que quiere no es volver. Pide, piden insistentemente la readmisión, pero lo único que quieren es la destrucción. Y la notoriedad, claro.
Esta es una nueva forma de chantaje a las empresas que debe acabar con los tiempos que corren. Las empresas españolas no se pueden permitir ser más papistas que el Papa, y de la misma forma que se ataca sin denuedo el tejido empresarial, hay que empezar a poner a estos aprovechados de la nada a buen recaudo. ¡Detrás de mi nada!, Incautos
A VOLAR CON IBERIA…
pedro aparicio pérez
fontanero de la Comunicación
director de prnoticias.com
