El director general de Llorente & Cuenca en Buenos Aires habla en un artículo de la agencia sobre la reputación corativa de las empresas y su relación con las redes sociales. A este respecto, asegura que ‘en la práctica, las redes colocan a todas las organizaciones bajo escrutinios tan crudos y relevantes como el de los medios tradicionales, las asociaciones de consumidores o de los propios reguladores’.
Y es que las redes sociales ejercen cada vez una mayor presión sobre las empresas, lo que puede tener diferentes consecuencias para ellas, como indica el directivo: ‘ un lado, los accionistas han dejado de ser ese público principalíso en el que el management corativo se enfocaba centralmente; de igual modo, los resultados financieros no son los únicos que debe asegurar una compañía. En el paradigma actual, hay un intangible, que no es otra cosa que la reputación, que resulta clave en el momento de diseñar un plan de gestión sustentable y responsable. Las redes sociales nos recuerdan todo el tiempo el desafío reputacional que las compañías enfrentan en Intet’.
Precisamente esta reputación, el plan de sostenibilidad de un negocio, ‘se ancla en una línea de resultados más vasta y compleja. Una empresa será sustentable si, además de garantizar mayor rentabilidad, es capaz de comtarse de acuerdo a valores éticos transparentes, si respeta las normas, si cuida de su entorno, si promueve el talento de sus integrantes, si ata valor social’, afirma Pablo Abiad.
La marca deja así de ser un mero canal dirigido para satisfacer la demanda ‘o el apetito de los consumidores en una carrera la notoriedad. Con independencia de publicaciones más o menos logradas, y de visiones más o menos sensibles, la marca se constituye hoy como un intangible que debe gestionarse contemplando todos los valores que se entraman en la reputación de una compañía’, concluye Abiad.
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