Con la llegada de las altas temperaturas, los farmacéuticos han vuelto a poner de relevancia la tancia de la hidratación, las pautas para conseguir una correcta ingesta de líquidos y los criterios para prevenir la deshidratación. A este respecto, con la colaboración de Aquarius y de CocaCola España, se ha lanzado la campaña ‘Tu mejor acción, Hidratación’.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, a través de la Vocalía Nacional de Farmacéuticos en la Alentación, y en colaboración con los Colegios de Farmacéuticos provinciales ha puesto en marcha una nueva edición de la campaña ‘Tu mejor acción, Hidratación’, iniciativa cuyo objetivo es seguir recordando entre la población la tancia de prevenir la deshidratación y que se desarrollará hasta el 15 de septiembre.
Decálogo de la hidratación
1. Se recomienda consumir entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día, a lo largo del día, incluyendo el agua que proviene de los alentos. La sed es una señal que nos avisa que hay que beber líquidos. No es saludable “aguantar” sin beber, al contrario, se debe beber sin esperar a tener sed. Si se realiza actividad física en ambientes calurosos es necesario aumentar la cantidad de líquido.
2. Hay que prestar atención muy especial a las situaciones que pueden favorecer la deshidratación, como el calor y la sequedad ambiental anormalmente elevados, fiebre, diarreas, vómitos, etc. Se desaconseja realizar actividades físicas en las horas centrales de días calurosos, usando excesivas prendas de abrigo, exposición exagerada al sol, etc.
3. Los síntomas que orientan hacia un cuadro de deshidratación son, entre otros, sed, sequedad de las mucosas y de la piel, disminución de la cantidad de orina y, en casos más graves, pérdida brusca de peso, orina oscura y concentrada, somnolencia, cefalea y fatiga extrema.
4. El agua y otras bebidas con diferentes sabores son necesarias para asegurar una adecuada hidratación. En situaciones de deshidratación leve, como las mencionadas anteriormente (puntos 2 y 3), las bebidas con sales minerales, en concreto sodio, y con azúcares de absorción rápida pueden facilitar una mejor rehidratación.
5. Es conveniente hidratarse antes, durante y después del ejercicio ya que cualquier ejercicio físico, aunque sea moderado, produce la elinación de cierta cantidad de agua y sales minerales, además de un consumo energético.
6. Además de los líquidos, ciertos alentos, como frutas y verduras, nos pueden ayudar a mantener un buen nivel de hidratación.
7. Las comidas copiosas requieren un ate suplementario de bebida.
8. Si realiza algún tipo de dieta pueden variar sus necesidades específicas de hidratación.
9. Las bebidas alcohólicas no evitan la deshidratación e incluso pueden llegar a empeorarla.
10. La utilización de forma habitual de ciertos medicamentos (diuréticos, ejemplo) puede afectar el estado de hidratación.
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