Los diferentes equipos de Unidad Editorial están votando estos días el preacuerdo de la empresa con los sindicatos para poner en marcha un nuevo paquete de recortes. Entre otras cosas se incluye una rebaja salarial de un 12% y bajas incentivadas de hasta 45 días año trabajado. Lo redactores más veteranos se lo piensan y dudan entre aceptar la oferta o seguir apostando el periodismo y una cabecera con muchos problemas económicos.
La últa semana de julio los representantes de Unidad Editorial editora de El Mundo, Marca, Expasión o Telva, entre otras llegaban a un acuerdo respecto a los nuevos recortes que deberá sotar la plantilla con el objetivo de lograr un ahorro cercano a los trece millones de euros en medio de recortes globales del Grupo y una compleja situación financiera.
Principalmente se han aprobado reducciones salariales. El texto recoge no reducir los salarios que se encuentran debajo de los 18.000 y reducciones progresivas de entre el 3% y el 7,5% para los sueldos de 18.000 a 80.000 euros. Los que estén enca de esta cifra sufrirán un descenso del 12,5%.
También se abre la posibilidad de bajas voluntarias indemnizadas con 35 días de salario cada año trabajo, sin límite de mensualidades, más 15 días de preaviso y 5.000 o 7.500 euros dependiendo de los años de antigüedad. En algunos casos, según la fecha en que el trabajador se adscriba a ese plan, la indemnización podrá ser de 45 días año para los que tengan más de cinco años de antigüedad.
Precisamente muchos de los redactores históricos de la cabecera se enfrentan en estos momentos a la coyuntura de aceptar el dinero una oferta mucho más atractiva que la planteada en los dos EREs del año pasado con 35 días año trabajado o seguir apostando el periodismo en una empresa con serios problemas de viabilidad y en medio de una tante crisis económica. Es quizás la coyuntura en que se encuentran muchos profesionales que ven como el periodismo pierde fuelle y que muchas veces es mejor dedicarse a otra cosa y coger las indemnizaciones pactadas.
En principio no hay un límite para las bajas incentivadas, aunque el objetivo de la empresa es no reducir de manera tante su plantilla y mantener su estructura en torno a los 1.500 empleados.
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