Más de cien organizaciones ciudadanas, medios y profesionales de la Comunicación de toda Europa han lanzado el pasado 7 de febrero la ‘Iniciativa europea el pluralismo de medios de comunicación’ que reclama a la Comisión Europea plementar leyes eficaces que pidan la concentración de la propiedad de los medios de comunicación y de las empresas de publicidad y salvaguarde la independencia editorial. No obstante, los organizadores culpan a los medios del escaso éxito de la campaña que no llega todavía a las 10.000 firma.
Esta iniciativa fue presentada ese mismo día en España, en la Universidad de Sevilla con el auspicio y apoyo de la Facultad de Comunicación de la US, del Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPAFeSP), de la Asociación de la Prensa de Sevilla y de la entonces Comisión Gestora del Colegio de Periodistas de Andalucía. También ha recibido el sote de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la FEP, su filial europea y establecidos puntos de coordinación nacionales en Bulgaria, Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía y Reino Unido.
La campaña pretende alcanzar un millón de firmas de ciudadanos europeos que den sote a las iniciativas que se quieren llevar a la Comisión Europea. Aunque de momento no se hayan llegado a las 10.000 firmas 9.617 según los organizadores el ‘ocultismo’ de los medios tradicionales que no han otorgado la cobertura necesaria a la campaña. De esta manera, la ‘Iniciativa europea el pluralismo de medios de Comunicación’ quiere proponer a las autoridades europeas (SE PUEDE FIRMAR AQUÍ):
Legislación eficaz para evitar la concentración de propiedad en los medios de comunicación y sectores de publicidad.
Garantizar la independencia de los medios de comunicación mediante cuerpos supervisores de poder político;
Definición de los conflictos de intereses para evitar que los magnates de los medios de comunicación ocupen altos cargos políticos.
Sistemas de control europeos más claros para comprobar de manera regular la salud e independencia de los medios de comunicación en los estados miembro.
La campaña pone especial acento en señalar que no se pretenden regular los contenidos ni la independencia de los medios en su línea editorial; splemente demanda de la Comisión Europea una acción legislativa que supervise la propiedad de los medios de comunicación
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