El 6 de octubre se cumplieron 25 años del prer trasplante de células madre de la sangre del cordón umbilical. Desde entonces, la conservación de células madre del cordón umbilical y su utilización para trasplantes ha crecido de manera exponencial. Se conservan en el mundo más de 600.000 unidades de sangre del cordón umbilical (SCU), y ya se han llevado a cabo más de 30.000 trasplantes. A diferencia de los de médula ósea, este tipo de trasplantes no requieren donante HLA idéntico lo que resulta más fácil encontrar un donante.
Las células madre de la sangre del cordón umbilical son ya una realidad terapéutica, y los más de 30.000 trasplantes que se han llevado a cabo son prueba de ello. Según explica el doctor Luis Madero, Jefe del Servicio de Oncohematología del Hospital Niño Jesús de Madrid, “hoy en día se utilizan para tratar más de 70 enfermedades graves, pero su potencial para tratar otras enfermedades es uno de los descubrientos más esperanzadores de la medicina”.
De los más de 30.000 trasplantes llevados a cabo, las indicaciones principales fueron: leucemias (32%), trastornos de células plasmáticas (57%), tumores sólidos (5%), y trastornos no malignos (6%), además de neoplasias linfoides, linfoma no Hodgkin o linfoma de Hodgkin .
Por su parte, las células madre del tejido del cordón umbilical, o mesenquales, se utilizan en estudios clínicos en terapia celular y medicina regenerativa. En un principio se pensó que el cordón umbilical era un mero sostén de los vasos sanguíneos que transtan la sangre del cordón umbilical. Sin embargo, los científicos demostraron que el tejido existente entre la piel y los vasos, llamado gelatina de Wharton, es una de las fuentes más ricas en células madre mesenquales (MSC). Las células mesenquales tienen el potencial y capacidad de diferenciarse células del hueso, cartílago, grasa, músculo, etc., y eso se estudia su uso en la reparación de estos tejidos.
Estudios científicos han demostrado que células conservadas durante 25 años son viables tras la descongelación. Todavía no han transcurrido más años desde que el Dr. Broxmeyer, uno de los doctores estadounidenses que apostó estas células, congeló las preras células del cordón umbilical para estudiar su viabilidad futura. Sin embargo, dado el buen estado de estas preras células conservadas y puesto que las técnicas de crioconservación están evolucionando mucho, todo induce a pensar que el periodo de conservación es aún mayor.
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