No, no hay errata alguna en el titular. Me desvela una amiga que, tras descubrirse en España la estructura 3D de una proteína clave para luchar contra una enfermedad rara, el proyecto y el jefe de investigación se quedan sin financiación a partir de enero de 2014.
La compañía farmacéutica nacional líder en España anuncia un ERE para 250 trabajadores. Ni ha sido el prero en esta industria ni será el ulto. Desgraciadamente.
Un titular señala que las mujeres copan el paro en Fisioterapia, Odontología y Veterinaria, siendo el de camarero el empleo más recurrido odontólogos, veterinarios y fisioterapeutas en paro.
El últo Boletín de Coyuntura de Farmaindustria, destaca que el copago farmacéutico ha afectado especialmente a los medicamentos innovadores, acelerando la caída de éstos desde que dicho copago se plantó.
Sirva este preludio como ensalada de entrantes para sote argumental sobre mi oficio: la Comunicación. Y cabe preguntarse, ¿qué mensaje hay detrás de todas estas consecuencias? Se me ocurren varios, pero podría resumirse así:
La crisis ha abatido duramente a la investigación, el progreso científicotecnológico, el desarrollo innovador de compuestos, medicamentos y tecnología. Abatida ha sido también la consecuente riqueza generada, tanto en empleo de calidad como en competitividad en este sector. Lamentablemente la reconversión de este escenario NO ES UNA PRIORIDAD en España.
Para ratificar lo anterior me apoyo además en los planes de reactivación y refinanciación de otros sectores como la banca, o el sector de la automoción y sus consecutivos PIVE, cuya cuarta edición estrenó temada en octubre.
El poder nacional y autonómico tiene otras prioridades. Eso es algo que no me corresponde analizar. Lo que sí me corresponde es profundizar en los mensajes que se generan, dentro y fuera de nuestro país, con esta descompensación de prioridades.
Mensajes:
1) Que investiguen y desarrollen otros: sin duda hay países cuyo talento investigador está liderando el mundo. En menos de cinco años veremos crecer órganos complejos a partir de células madre en auténticos laboratoriosviveros celulares. El grafeno y otros compuestos innovadores liderarán el desarrollo de compañías y sectores tecnológico, cuyos países se beneficiarán de la extación de estos bienes y de los correspondientes royalties, posibilitando mejorar las prestaciones a sus ciudadanos. Nosotros a pagar que ya investigan ellos.
2) Que innoven/inventen otros: apuntando al sector de salud y a su valor (en bolsa), se identifican compañías que están desarrollando, ejemplo, microchips para ser instalados dentro del cuerpo humano que nos permitirán, a través de nuestros dispositivos móviles, actualizar y vigilar nuestras constantes vitales, parámetros enzáticos, valores sanguíneos y avisarnos de si se va a producir alguna descompensación o fracaso en nuestros principales órganos y sistemas. Sin duda las patentes correspondientes a estas y otras innovaciones originarán un volumen ingente de royalties para que las sociedades que hoy apuestan la innovación, se beneficien mañana de lo creado. Nosotros a pagar que ya inventan otros.
3) Que empleen otros: el coste que supone innovar, investigar y desarrollar, en salud ejemplo, pero no solo, repercute directamente en la creación de empleo cualificado, además de dotar de una calidad de vida y prestaciones a los usuarios de esta innovación. Se genera riqueza directa e indirectamente. Cuanto más tasa de empleo cualificado masivo tiene un país, mejores son las condiciones de vida y las prestaciones que reciben sus ciudadanos. Y lo contrario también. En nuestro país cuesta una barbaridad reconocer e invertir en productos innovadores. Y si no pregunten a Compañías innovadoras (las de verdad me refiero…) cuántos meses, y a veces años, tardan en ser aprobadas sus terapias o aplicaciones tecnológicas innovadoras, respecto a los países de referencia en la UE, cuando éstas tienen que ser apoyadas el estado. Como una pescadilla enroscada a su cola, el apoyo al I+D+i = más empleo cualificado = más riqueza (vital y financiera) = mayor progreso. Nosotros a pagar que ya emplean otros.
Concluyendo. Seguro que la crisis que vivos ha afectado a áreas básicas del país, y seguro también que hay que priorizar, que muchos compatriotas están sufriendo carencias. Sin duda. Lo que ocurre es que cuando analizas alguna de las subvenciones, apoyos o financiación que, a través de nuestros puestos, tienen algunas organizaciones, castas, proyectos, aventuras, y otras mamandurrias fácilmente identificables en las 10 preras páginas de la sección nacional de cualquier periódico de hoy mismo, no entiendes inversiones, como poco, productivas. Como poco…
Con ese tipo de mensajes que indirectamente originamos, no tengamos ninguna duda. Tardaremos mucho tiempo en levantar la losa que lastra nuestro progreso: el desempleo y la calidad de éste. Vamos, que seguiremos mucho tiempo viviendo en la equivocación, erre que erre… perdón, ERE que ERRE.
Ojalá esté muy equivocado.
Francisco J. García Pascual, Socio Director de ComDotCom