En una conversación normal solemos parpadear de forma espontánea unas 24 veces minuto, lo que prociona humedad en los ojos. Sin embargo, cuando los ojos se centran en un objeto durante un período prolongado de tiempo, la tasa de parpadeo se reduce. En prácticas puntuales, esto no genera inquietud, pero cuando nos pasamos el día pendientes de la pantalla del móvil, del ordenador o de la tablet, los efectos son preocupantes. Al menos así lo asegura el informe sobre los efectos del Nuevo Síndrome Pantalla.
La mayoría de nosotros se pasa prácticamente todas las horas que no está durmiendo mirando pantallas de dispositivos electrónicos: móviles, ordenadores, tablets…; ‘una práctica que está afectando a nuestro comtamiento visual de forma preocupante’, asegura Celia Sánchez Ramos, doctora en Medicina Preventiva y Salud Pública, y licenciada en Farmacia y diplomada en Óptica y Optometría la Universidad Complutense.
La doctora ha explicado las claves del Nuevo Síndrome Pantalla y detalla los cambios de comtamientos que experentan nuestra vista:
1. Disminuye un 30% el ratio de parpadeo minuto: Cuando miramos la pantalla de un dispositivo electrónico, nuestro ratio de parpadeo minuto disminuye de 24 a 12, e incluso a 9 parpadeos cuando sometemos a nuestra vista a una mayor concentración.
2. Disminuye un 50% la amplitud de parpadeo: ‘Al agachar la vista para mirar el móvil, nuestro parpadeo se vuelve incompleto y esto afecta a la calidad de la lágra ocasionando un ojo más seco’, asegura Celia Sánchez Ramos.
3. Exceso de enfoque: La distancia de trabajo, las tareas de mayor concentración, las horas que pasamos trabajando, la hora del día en la que nos encontremos e incluso nuestra edad, influyen en nuestro esfuerzo de enfoque y el exceso de este puede derivar en que se agudicen problemas como la miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia.
4. Sobreexposición a luz azul: La intensidad y el tipo de iluminación que emiten las pantallas pueden suponer un riesgo para la retina. Los dispositivos móviles emiten una gran cantidad de luz azul, un tipo de luz con longitudes de onda corta y mucha energía que, si enca se utiliza en distancias cortas, genera sobreexposición.
‘Estas características, unidas al elevado número de horas de uso de pantallas, sitúan al sistema visual en unas condiciones extremas. Algunos de los signos y síntomas visuales más frecuentes son la fatiga ocular, el dolor de ojos y de cabeza. Solo medidas preventivas durante el uso racional de estas pantallas así como la utilización de dispositivos bloqueantes de luz nociva harán posible que la fatiga visual y los probables perjuicios oculares puedan ser paliados’, concluye Celia Sánchez Ramos.
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