Los médicos le dijeron que se trataba de estrés cuando acudió al servicio de urgencias con síntomas de entumeciento y parálisis facial parcial. Días más tarde, cuando se repitió el episodio, esta mujer canadiense se grabó con su teléfono móvil y volvió al hospital con el documento gráfico. Tras una resonancia magnética, el equipo de ictus del centro identificó una pequeña lesión.
Stacey Yepes logró salvar su vida gracias a que registró con un ‘smartphone’ el accidente cerebrovascular que estaba sufriendo. Iba conduciendo cuando volvió a sentir los síntomas de entumeciento y parálisis fácil que habían sido diagnosticados como estrés. Pero en esta ocasión, decidió parar su vehículo, grabarse y describir el hormigueo que estaba experentando y las dificultades para levantar el brazo izquierdo.
Una vez se le hubo pasado, volvió al hospital con la grabación y los médicos pudieron concluir que había tenido un ataque isquémico transitorio.
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