Si pretendían ‘amordazar’ a Eduardo Marín, el ‘fastidioso colegiado’ que insistía en que se presentasen y explicasen las cuentas del Colegio de Enfermería de Zaragoza, han conseguido el efecto contrario. Gracias a la campaña #ApoyaAEduado, pulsada amigos y compañeros de profesión, su caso ha llegado a cerca de 30.000 cuentas de Twitter y ha superado las 50.000 presiones.
La campaña #ApoyaAEduardo comenzó el pasado 17 de junio a las 23:25 horas y, como revelan los datos sobre el pacto estadístico del hashtag, no ha pasado desapercibida. En menos de una semana #ApoyaAEduardo ha llegado a 29.170 cuentas, ha alcanzado las 53.115 presiones y ha generado 2.000 tuits.
La sociedad y, sobre todo, el colectivo de enfermeros no han querido dejar solo a Eduardo Marín ante lo que han señalado como una ‘injusticia’ o ‘aberración’, entre otros muchos más sustantivos –y adjetivos. Y es que, este enfermero con más de 20 años de experiencia profesional en diversos ámbitos, podría perder su puesto de trabajo como en Atención Praria debido a que la Junta del Colegio de Enfermería de Zaragoza le ha incoado tres expedientes disciplinarios colegiales (Resoluciones: 09/2014, 10/2014 y 11/2014).
En todos, la conducta de Eduardo se califica como ‘grave’ y ‘muy grave’, lo cual supone, según los Estatutos Colegiales, la expulsión del colegio del enfermero sin que éste pueda colegiarse en otro durante seis años.
¿Pero cuál ha sido su pecado? Según informa Chema Antequera Vinagre, enfermero, abogado y profesor de Derecho Sanitario y Bioética, el ‘terrible comtamiento’ de Eduardo ha sido ‘exigir transparencia en la gestión del Colegio de Enfermería de Zaragoza y más democracia en el mismo’. Sin embargo, estos reclamos no han sentado bien al presidente del Colegio de Enfermería de Zaragoza, Juan José Porcar. Así, Eduardo podría llegar a convertirse en el prer enfermero sancionado un colegio de enfermería.
Pero al igual que Chema Antequera, otros muchos profesionales han denunciado el caso y han querido brindarle su apoyo a través de publicaciones en las que se describe la situación. Juan F. Hernández, sociólogo y autor de ‘Convicciones y conveniencias’, le dedica un detallado artículo en el que señala que todo se debe a que ‘este presentable –refiriéndose a Porcar ha dado un paso al frente para tratar de salvar su culo frente a esos movientos democráticos de los colegiados, que le han pedido que presente y explique las cuentas colegiales para intentar fiscalizar democráticamente, no ya si, que es vox populi, sino dónde, cómo y (sobre todo) cuánto exactamente se lo están llevando crudo él y sus compinches. Y precisamente eso, el machote ha arremetido contra un fastidioso colegiado, Eduardo Marín, para ver si amordaza su irreverente bocaza’.
Juan F. Hernández denuncia que este representante del colectivo enfermero, como muchos otros, conforman una ‘oligarquía cleptocrácica y autoritaria que se ha tomado muy en serio su misión de silenciar a la Profesión Enfermera para que nadie les moleste mientras realizan sus maniobras orquestales en la oscuridad que ahora ya empiezan a salir a la luz: son las camarillas colegiales locales que han ayudado a su Gran Tonel, il Dottore, a perpetuar esta organización cautiva’. Y los incluye en la categoría de ‘talibanes gonzalezjuradistas’, en referencia a Máxo González Jurado, presidente del Consejo General de Enfermeros de España y protagonista de innumerables escándalos.
Ante esta situación, los enfermeros proponen, entre otras medidas, organizar una serie de Jornadas de Apoyo a Eduardo hasta que suspendan la tramitación de los expedientes disciplinarios y con el HT #ApoyaAEduardo; y remitir mensajes a al Colegio de Enfermería de Zaragoza ([email protected]) mostrando apoyo a Eduardo con el siguiente texto: ASUNTO: YO APOYO A EDUARDO MARÍN PRADO. STOP EXPEDIENTES DISCIPLINARIOS.
¿Lo conseguirán?
Seguiremos informando…