Pedro Sánchez ha sido elegido nuevo secretario general del Partido Socialista Obrero Español. La noticia ha sorprendido, no sólo ser el ‘segundón’ de la campaña para la elección de la nueva cara responsable del partido, sino el aumento de su notoriedad pública en tiempo récord con una estrategia de comunicación basada en el acercamiento al electorado, mensajes con contenido social y transparencia.
Parece que la lógica de ‘un tuit , un voto’ se pone en la política española. Si bien Pedro Sánchez, hasta ayer candidato a la secretaría general del PSOE, salía en la carrera con menor número de seguidores en Twitter, la red social convertida en termómetro electoral, detrás de Eduardo Madina; sin embargo, el número de tuits y menciones al candidato Sánchez indicaban que era él quien más ‘engagement electoral’ estaba consiguiendo.
Pero las redes sociales no han sido el único lugar donde Pedro Sánchez se ha jugado su elección. Los medios de comunicación han sido la plaza en la Sánchez mejor ha toreado. Para ello ha contado con el apoyo en las labores de comunicación de uno de los profesionales que mejor sabe cómo funciona la comunicación en el partido socialista, José Luis Fernández Peña, más conocido entre los colegas como ‘Chunda’. Durante mucho tiempo, ‘Chunda’ fue director de Comunicación de José Bono tanto en la Junta de Comunidades como en el Ministerio de Defensa.
A pesar de que Pedro Sánchez no ha contado con un medio de comunicación de cabecera, como sí lo habría tenido Eduardo Madina, sí ha sabido aprovechar las otunidades mediáticas. El punto de inflexión en la campaña la secretaría general del PSOE ha sido, sin lugar dudas, la información publicada El Confidencial, en la que se asociaba a Pedro Sánchez con la gestión de Caja Madrid como uno de los 320 miembros de la Asamblea de la Caja entre 2004 y 2009. Ante las informaciones, la rapidez e inmediatez del equipo de comunicación de Pedro Sánchez hizo que el candidato saliera reforzado con el envío al medio de comunicación citado una carta aclaratoria, en la que no se desligaba de su relación con Caja Madrid, pero explicando sus funciones dentro de la Asamblea: ‘Es evidente que alguien tiene interés en manchar mi honra con débiles acusaciones, pero yo no tengo nada que esconder. Al contrario: puedo defender mi trayectoria con la misma fuerza con que defiendo mis principios’.
Posiblemente esta sincera (y rápida) respuesta ha sido una de las claves que han terminado convencer a un electorado que ha elegido, prera vez, a su secretario general.
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