En los últos años ha aumentado el interés el desarrollo y validación de tecnologías para los niños con trastornos del espectro autista (TEA). Los investigadores insisten en que los juegos de ordenador, la realidad virtual y los robots pueden ser beneficiosos para la terapia de estos menores. En esta línea, investigadores españoles se han propuesto demostrar que los robots pueden ayudar a facilitar la relación social entre niños o interactuar de ‘intermediarios’ entre el niño y el terapeuta.
La Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (FISABIO), la Universitat Jaume I (UJI), los departamentos de Salud de La Ribera y Manises e IDINEA (Instituto de Diagnóstico e Investigación de Niños con Espectro Autista) han puesto en marcha un proyecto de investigación sobre el uso de robots para mejorar la comunicación social de niños autistas.
El Laboratorio de Robótica de la Universitat Jaume I dispone de 6 robots humanoides programables de 58 cm. de altura, especialmente diseñados para la interacción con las personas. Durante 9 meses, niños con TEA de edades comprendidas entre 4 y 7 años recibirán sesiones semanales de terapia con estos robots en la Unidad de Neurorrehabilitación Infantil del Hospital de Manises (UNRHI) y en el Instituto de Diagnóstico e Investigación de Niños con Espectro Autista (IDINEA).
Estos robots disponen de cámaras de vídeo para reconociento de ágenes y micrófonos para reconociento de voz. Están equipados con un sintetizador de voz para comunicarse en lenguaje natural y pueden realizar una gran variedad de movientos: caminar, realizar gestos con los brazos, mover la cabeza, coger objetos, etc. El acuerdo de colaboración firmado tiene una duración de un año, prorrogable automáticamente periodos iguales hasta los tres años.
El objetivo es evaluar la eficacia de las terapias asistidas con robots humanoides interactivos en estos niños y contribuir a la mejora de las habilidades sociales, comunicativas y cognitivas de los menores, así como reducir el riesgo de los síntomas secundarios como la agresividad o irritabilidad. Este proyecto, dirigido un grupo pluridisciplinar con amplia experiencia en robótica y el diagnóstico y terapia del autismo, aunará la práctica clínica, el desarrollo tecnológico y la interacción humanorobot.
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