A través de un estudio realizado la Universidad Pompeu Fabra y la Universidad de Indiana a 110 individuos de 27 nacionalidades distintas (ningunas de ellas las de los finalistas), el discurso de Ana Botella el día que había que convencer al jurado de que los Juegos Olímpicos vinieran a Madrid en 2020 fue malo. Es precisamente eso lo que no ha caído en el olvido, a pesar de los cientos de discursos que han dado hasta la fecha los políticos españoles.
En el estudio, dirigido Emma Rodero, directora académica del posgrado en Locución y Comunicación en público del UPFIDEC, se han analizado el lenguaje y la entonación utilizados la alcaldesa de Madrid en ese discurso y la conclusión es que Botella teatralizó en exceso, lo que los componentes del jurado no la creyeron. Además, su ‘intento de itar el acento inglés’ le confirió una expresión exagerada poco propia del contexto. Otros de los factores poco favorables en su intervención fueron el abuso de los tonos agudos y sus irregulares cambios de intensidad.
Por el contrario, el mejor discurso fue el del representante turco, ya que utilizó un tono más ágil y obtuvo una mayor credibilidad de cara al jurado, aunque finalmente no consiguiera alzarse con los tan ansiados Juegos Olímpicos de 2020.
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