Cuando Telefónica ha conseguido que sus servicios de LTE lleguen ya a un total de 232 ciudades británicas al cumplirse su prer año desde el lanzamiento en Reino Unido del móvil 4G, un servicio clave para el futuro del intet móvil de alta velocidad, en el que la compañía compite con grandes operadoras como Vodafone y EE, participada Orange y Deutsche Telekom, en España los ciudadanos que pueden disfrutar del 4G no llegan a 30 millones sumando los despliegues de Vodafone, Yoigo, Movistar y Orange.
Cuando la Unión Europea y Corea del Sur han firmado una declaración conjunta la que se comprometen a desarrollar estándares para las redes de telefonía 5G, En España cerca de 20 millones de ciudadanos no tiene siquiera otunidad de conectarse al 4G.
Dicho de otro modo, de los 55 millones de líneas de telefonía activas que declara la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, unos 22 millones de líneas móviles continúan sin 4G en España, es decir, un 40% del total.
Aunque algunos sostienen que a este país le ha mirado un tuerto y que esa maldición le hace ir siempre un paso detrás en materia de telecomunicaciones o de I+D, la realidad es que en este caso el tuerto tiene nombre y apellidos: Miguel Sebastián Gascón, ministro de Industria, Turismo y Comercio desde 2008 hasta 2011, responsable del uso ineficiente del espectro que ha condicionado negativamente el dividendo digital y que ha obligado, al día de hoy, a la resintonización de los nuevos canales de la TDT tras el proceso el que ahora han quedado libres las frecuencias de 800 MHz ocupadas las televisiones para el uso comunicaciones móviles, algo que obliga a una inversión estada de 250 millones de euros, cantidad que estaba previsto que fuera subvencionada con los fondos provenientes de la subasta realizada en 2011 y que ya fueron desembolsados las operadores, aunque el gobierno ha decidido desdecirse y cargar, sobre los usuarios, el gasto de la nueva antenización.
Todos los retrasos acumulados como consecuencia del desastre Sebastián no hacen sino demorar el segundo dividendo lo que no solo dañará a nuestra economía, sino que acarreará notables trastornos a los ciudadanos, que deberán volver a resintonizar sus antenas en un plazo corto de tiempo.
Carlos Díaz Güell es editor de Tendencias del Dinero, innovaspain.com y consultor de comunicación empresarial
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