Tres van a ser las tendencias del lobbying en este nuevo año que acaba de comenzar, según Carmen Muñoz, gerente de Asuntos Públicos de Llorente & Cuenca: Inteligencia electoral, lobby electoral y gestión de los desencuentros entre el modelo nuevo (partidos políticos y mercados nuevos) y el statu quo (partidos políticos y mercados tradicionales).
Según la directiva de la consultora, ‘los dos primeros vienen dados por tratarse de un año electoral, con sus parlamentos y gobiernos cuasi noqueados y yermos de iniciativas regulatorias. Poco que rascar. Sin embargo, las elecciones traen candidatos y programas electorales. Los primeros obligan a una labor de anticipación que permita conocer quiénes son, qué posibilidades tienen y a establecer cauces de relación con ellos antes de la decisión electoral. Los segundos invitan a influir en ellos para que nuestra reivindicación tome forma de promesa electoral’.
Carmen Muñoz habla también de la gestión de los desencuentros, afirmando que ‘2015, entre líquido y gaseoso, será testigo del empoderamiento –institucionalizado- del individuo participativo. Podemos y la economía colaborativa son hijos de ese proceso. El lobbying tendrá su oportunidad de oro para ayudar a la comprensión entre los modelos nuevos y tradicionales y, pensando en 2016, anticipar el resultante. Aun así, viviremos con la extraña sensación de estar a tiempo, sí, pero de llegar tarde a las elecciones y a los elegidos. Del esfuerzo creativo y proactivo dependerá que dominemos la geopolítica del lobbying que llega’.
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