Vivimos pegados al móvil. Y si alguien se atreve a cuestionar esta afirmación, solo tiene que mirar a su alrededor (si es que es capaz de separar la vista de la pantalla de su Smartphone) y observar a las personas de su oficina, de la calle, con las que comparte trayecto en el metro, o incluso con la que comparte cama. Para muchos, estar conectados es una necesidad, pero para otros se ha convertido en una dramática una obsesión que en muchos países ya se estima como una grave crisis sanitaria. En España, según la última encuesta de la OCU, un 25% de los españoles de entre 18 y 64 años muestra síntomas de estar enganchado a su teléfono móvil.
El trastorno causado por el uso desmedido de los juegos de Internet entró en la lista de enfermedades mentales de la quinta edición del Manual de Diagnósticos y Estadísticas de Enfermedades Mentales (DMS), el sistema de diagnóstico más utilizado y asumido por los profesionales de la psicología clínica y los de la psiquiatría.
‘La Biblia de la Psiquiatría’, revisada por la Asociación Psiquiátrica Estadounidense (APA), categoriza la adicción a los juegos online como un trastorno cuyos síntomas son la dificultad de concentración y el síndrome de abstinencia. Sin embargo, los especialistas han pedido ir más allá y contemplar no solo los juegos, sino también el uso excesivo del móvil.
Así ocurre por ejemplo en Australia, uno de los primeros países en reconocer el problema de la ciberadicción y que ha abierto clínicas para tratar la adicción a los videojuegos.
En nuestro país, también han surgido algunas iniciativas que buscan informar sobre la situación de la población con respecto a este trastorno o reclaman la inclusión del mismo dentro de los manuales de la psicología.
Tras analizar los resultados de una encuesta en la que el 25% de los participantes mostraba síntomas de estar enganchado a estar conectado, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aseguraba sin pelos en la lengua que ‘la dependencia exagerada del móvil crea adicción’ y desvelaba que el índice medio de adicción al móvil en nuestro país (en una escala normalizada de 20 a 100) es de 31,4.
Según la encuesta, los españoles, sobre todo jóvenes y mujeres, dedicamos 39 horas a la semana a usar el teléfono móvil o a estar conectados a Internet, más tiempo que el dedicado para nuestra vida privada (22 horas), el trabajo u otras tareas. En este tiempo consultamos el correo, buscamos información y participamos en las redes sociales. La OCU indica que el 85% de los encuestados tiene cuenta en Facebook y el 23% juega a videojuegos online más de una vez por semana
Sin embargo, el 37% piensa que ha estado conectado más tiempo del que pretendía y un 25% es consciente de que su vida personal depende bastante de su móvil.
Para ayudar a desengancharse, un grupo de desarrolladores barceloneses creaba ‘FaceUp‘, una herramienta que permite conocer tu nivel de adicción al móvil a través de un test, participar en un programa para lograr superar dicha adicción mediante reto y seguir tu evolución.
Por ahora los esfuerzos son minoritarios, pero seguro que si se cumple la predicción de algunos expertos que estiman este trastorno como una grave crisis sanitaria, se reforzarán las medidas.
Seguiremos informando…
