José Luis Sainz, flamante consejero delegado de Prisa, no está nada contento con los números de Antonio Caño en su primer año como director de ‘El País’. Caño llegó en mayo para dar un impulso al diario pero no ha logrado reactivar la cabecera. Sus cambios en el equipo directivo han fracasado y las cifras de ventas y difusión han caído por encima del mercado. No se le busca sucesor, pero se le ha advertido que las cosas tienen que cambiar.
Los números no engañan. Las cifras pendientes de auditar de la OJD arrojan un balance desolador para ‘El País’. La cabecera de Prisa cerró 2014 con una difusión media anual de 259.775 ejemplares, lo que significa una caída del 11,1% frente a 2013. En cuando a ventas las cosas no mejoran con 153.000 ejemplares de media diaria, un 10,9% menos que hace un año. En cuanto a lectores la caída según el EGM fue del 9%.
El objetivo con la llegada de Caño y con la remodelación de los cargos de relevancia en la redacción era precisamente mejorar las cifras de audiencia. En Prisa no esperaban que ganara ejemplares ni lectores en el año, pero sí que detuviera la negativa tendencia a la baja. Se mantuvo un retroceso similar al 10%, incluso sobre la media del sector, lo que en las oficinas corporativas del grupo se interpreta como un fracaso.
Con Caño llegó también la moderación y la derechización del diario, un precio que Cebrián estuvo dispuesto a pagar porque Moncloa intercediera por para que los bancos rescatasen Prisa. Pese a esto y consciente de que su público de izquierdas le daría la espalda, las previsiones de Sainz indicaban que se podían ganar algunos lectores con esta nueva línea ideológica. Claramente un error de cálculo.
Precisamente Caño se defiende indicando que no ha hecho más que lo que se le ha mandatado, es decir, acercar ‘El País’ a las instituciones, algo que se reforzó con la llegada de Javier Ayuso (claro representante de esta institucionalidad) hace unos meses, para poner ‘orden’ en el diario. Con todo, Sainz ha pedido a Caño que con las herramientas que tiene invierta la negativa tendencia, que saque el diario a la calle y que haga ruido.
Por el contrario, dentro de Prisa, crece la corriente que cree que se han equivocado al elegir a Caño en mayo. 2015 será clave en el futuro del director.
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