Por muy cuidadoso que se sea, dentro de los hogares hay objetos con especial tendencia a acumular bacterias, por lo que hay que ser especialmente insistente en su limpieza. Según el profesor Guillermo Quindós, catedrático de Microbiología de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU), los objetos que acumular una mayor contaminación bacteriana son: el fregadero, el inodoro, la esponja, el teclado del ordenador, el mando a distancia y el móvil.
Descuidar la higiene nos puede llevar a contraer enfermedades como diarrea, gripe, catarro o pie de atleta, u otras menos frecuentes como hepatitis, cólera o fiebres tifoideas. Y es que, la contaminación por agentes infecciosos patógenos, incluyendo en ella a la que se produce por la ruta fecal-oral, sigue estando presente en nuestro día a día de una forma más frecuente de la que nos imaginamos.
De ello hay que mantener una consciencia constante, algo en lo que han insistido siempre los expertos. Sin embargo, esta recomendación se ha acentuado con la generalización de las nuevas tecnologías.
Tocamos nuestro móvil una media de 150 veces al día. No hay posesión más personal y que nos preocupe tener cerca en todo momento. Por eso, no es tan extraño que teléfonos y dueños compartan microbios. Lo mismo ocurre con el teclado del ordenador. ¿Cuántas horas dices que te puedes pasar dándole a la tecla? Y resulta curioso que la mayoría de los usuarios de ordenadores no se haya preocupado nunca por limpiar su teclado.
Este contexto ha sido aprovechado por el profesor Guillermo Quindós para arrancar la cuadragésimo segunda Semana de Humanidades de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao (ACMB). El experto recomienda esforzarnos más en la limpieza de estas herramientas y en nuestra propia higiene al haber estado en contacto con ellos.
‘La medida más sencilla que tenemos a nuestro alcance para disminuir el riesgo de infecciones es lavarnos las manos siempre que estemos en contacto con focos de infección evidentes’, subraya.
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