Ha sido a través de Twitter como Victoria Trujillo Higuero ha hecho saber que presenta su candidatura a presidenta del Consejo de Enfermería, el órgano regulador de los más de 260.000 enfermeros y enfermeras que trabajan en España y que durante más de 27 años ha presidido Máximo González Jurado. Esta decisión ha revolucionado las redes sociales y ha vuelto a airear los escándalos que han envuelto al anterior presidente: su presunta implicación en la trama Gürtel, su imputación en una trama de espionaje a un periodista, sus intentos de desbancar de la presidencia de colegios regionales a aquellos profesionales que no le eran afines…
Victoria Trujillo, enfermera en un Centro Sanitario de Madrid Salud dependiente del Ayuntamiento de Madrid con más de 35 años de trayectoria profesional, ha asumido el reto de presentarse a las elecciones del próximo 24 de junio ‘con la idea de la regeneración, la transparencia y la democracia; palabras no huecas cuando hablamos del colectivos de Enfermería y el CGE, sino que tienen un gran potencial, y aún deben inundar todos los espacios de dicha institución colegial’. Así lo asegura en la carta de presentación que ha publicado en su blog.
Subraya que su intención es ‘convertir al CGE en una casa abierta a todos los profesionales, a la discrepancia, a la crítica y al desarrollo en dignidad de la profesión de Enfermería’. Sin embargo, para que su candidatura sea considerada para poder presentarse a las elecciones necesita el aval de al menos 15 presidentes de los Colegios de Enfermería de España.
A falta de finalizar el plazo de presentación de candidaturas, que se producirá el próximo día 13 de junio, la de Victoria Trujillo es la única alternativa a Máximo González Jurado. Todas las voces denuncian que el expresidente intentará presentarse fraudulentamente de nuevo.
El proceso electoral se abrió el pasado 5 de junio a través de la Resolución 2/15 de la Comisión Ejecutiva del CGE. El Tribunal Supremo dejaba sin efecto las últimas elecciones al pleno del Consejo General de Enfermería celebradas en 2011.
Victoria Trujillo advierte que ‘en estos días no valen las equidistancias, ni la pasividad, ni mirar todo el proceso desde la indiferente lejanía pues hacerlo por sí mismo ya supone un posicionamiento’. La expectación está servida.
