Hace poco más de un año la sede central de la Agencia EFE se trasladó al edificio Génesis ubicado en la Avenida de Burgos de Madrid donde se remodelaron completamente 15 de sus 18 plantas para albergar todas las dependencias de la empresa periodística adscrita a la SEPI. Un traslado que nunca fue bien visto por los sindicatos que criticaron la lejanía de las nuevas dependencias de los centros neurálgicos de la toma de decisiones, los problemas para acondicionarlo e incluso las deficiencias que tenía en el apartado de seguridad laboral.
La dirección intentó cumplir con todas las exigencias completando las obras iniciales por 10,8 millones de euros, muy por encima de los siete millones presupuestados en el comienzo del proyecto. Pero las obras no han parado y han sido una constante durante los últimos doce meses según ha denunciado en un comunicado la sección sindical de Comisiones Obreras en EFE e incurriendo en gastos que no han sentado nada bien en la plantilla que está inmersa en un ERE temporal que resta 16 millones de euros a la masa salarial y que afecta a unas 850 personas.
Según Comisiones Obreras, las obras han llevado incluso a modificar la estructura del edificio, ‘como ocurrió por ejemplo con la zona adaptada para el Archivo Gráfico (que no fue posible realojar entero en ella), o en la construcción del estudio único de televisión (antes teníamos tres), simples muestras de que la actual sede no era idónea para nuestra empresa’, indican. Y agregan señalando que se incluyeron en los accesos a casi todas las planteas unas ‘inútiles y costosas áreas diseñadas por el arquitecto Miguel Allona que se ha ido ‘tragando’ las posteriores reformes que se han acometido desde el primer minuto tras el traslado’.
Y suman y siguen. Ahora los sindicatos denuncian nuevas obras como el traslado de la cafetería comedor de la primera a novena planta para dejar paso a un futuro museo ‘reformas de calado que han sido denunciadas ante la Inspección del Trabajo por el Comité de Empresa de Madrid a instancias de CCOO, que ha pedido su paralización a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ‘Estas costosas operaciones, cuyo importe ha cifrado la dirección en alrededor de medio millón de euros, supuestamente sufragados por patrocinadores, no son entendidas por una plantilla que soporta una reducción de sus salarios de entre el 8% y el 50%, y a la que suponen un constante incordio en su trabajo diario’, agregan desde el sindicato.
Y concluyen indicando que ‘consideramos que tales alteraciones no tienen en cuenta la actividad principal de EFE como agencia de noticias y responden a decisiones caprichosas de la alta dirección, que al parecer ya tenía pensado acometerlas antes del traslado de sede, por lo que nos extraña aún más que estas obras no figuraran en el proyecto inicial. De haberse planificado a tiempo nos habría ahorrado, por ejemplo, la rotura del forjado de nueve plantas para pasar la salida de humos necesaria en el futuro emplazamiento de la cafetería, han señalado.