El Mercado de Fuencarral de Madrid abrirá sus puertas por última vez el 25 de julio de 2015. Termina así un ciclo para un centro que, desde su apertura, el 10 de diciembre de 1998, se ha desmarcado por su oferta única, independiente y vanguardista de moda, estilo y cultura. Sugerentes liquidaciones y oportunidades animan a visitar en su despedida un espacio que ya forma parte de la historia de la ciudad.
El Mercado de Fuencarral, de 2.500 m2 y tres plantas, ubicado en el número 45 de la calle Fuencarral, se transformó en 1998 en una inquieta comunidad repartida en hasta 60 locales. Un hervidero de pequeños comercios que trajeron a un barrio deprimido una ecléctica amalgama de productos. Una Torre de Babel unida por la libertad, la modernidad y la innovación. En el Mercado de Fuencarral, desde el primer día, se podían encontrar desde sofisticadas marcas hasta prendas de segunda mano y desde tatuajes hasta las actuaciones de los mejores DJs. Un ecléctico menú en el que tampoco han faltado películas, arte o una peluquería.
Considerado por el diario francés Le Monde como ‘el mejor ejemplo del cambio cultural en España’, el Mercado de Fuencarral se convirtió en un referente comercial, turístico y artístico al final de la década de los noventa. Una sala de exposiciones, otra de cine y teatro, actuaciones musicales y un concurrido bar han acompañado a las tiendas y han convertido el centro en una parada obligatoria en la agenda lúdica y social de la ciudad. Los flyers y revistas de tendencias gratuitas que se apilaban en la planta baja eran la mejor forma de estar informado de lo que ocurría en la escena independiente en la era previa a Internet. El Mercado también contaba con sus propias fiestas, la más célebre de las cuales fue la exitosa Rave del Mercado, todo un emblema de los primeros pasos de música electrónica en España. Se celebró en seis ocasiones, en diversos puntos de la Comunidad de Madrid, y siempre con un avanzado cartel de actuaciones y un gran éxito de público. También se promovió un agitado programa de actividades, conciertos y eventos en el interior del Mercado o en la plaza colindante.
La apertura del Mercado de Fuencarral supuso una auténtica inyección de vanguardia en un barrio seriamente devaluado y fue un ejercicio pionero que propagó una bocanada de renovación a toda la zona. Una pieza clave en la conversión del eje Chueca-Malasaña en un foco de modernidad. La calle peatonal y densamente poblada de firmas de moda internacionales que hoy despide al proyecto guarda poca relación con la que presenció su apertura en 1998. La transformación completa de su entorno marca, 17 años después, el final de la andadura del Mercado de Fuencarral. Un adiós lleno de satisfacción por el trabajo realizado y de agradecimiento para todos los que han compartido y formado parte de la aventura. El esfuerzo colectivo ha logrado inocular Madrid de espíritu cosmopolita a través de un espacio de compras como hasta entonces nunca se había visto en la ciudad.
Lo excepcional de la propuesta inicial hizo que el proyecto fuera abrazado por todas las tribus urbanas que a finales de los noventa poblaban la cultura juvenil. Mod, skaters, electro kids, roqueros… cualquier grupo encontraba su rincón en el Mercado de Fuencarral. Un lugar en el que se podía comprar desde una máscara de gas de la II Guerra Mundial hasta la zapatilla que causaba furor en Nueva York, pasando por un traje de fiesta estilo años ochenta o una camiseta con mensaje. Un espacio para pasar la tarde en un sofá, para cortarse el pelo con descaro o para descubrir la última ocurrencia de un diseñador novel. Esa mezcla dio pie a una audiencia nueva. Se acuñó la expresión público Mercado de Fuencarral para describir a una comunidad ecléctica y variada que compartía su inquietud por expresarse a través de nuevas manifestaciones culturales.
En sus tres plantas se ha vendido de todo, se ha visto y oído de todo y se han forjado importantes carreras. Algunos de los que empezaron como pequeñas etiquetas independientes son hoy importantes firmas de moda. Y la rotación quincenal de artistas en la galería Espacio F dio una primera oportunidad a creadores de múltiples disciplinas. Los camerinos de la sala de teatro han visto pasar a actores y directores de todo tipo y el proyector de cine de 35 mm sirvió para mostrar cortometrajes y películas que difícilmente encontraban donde exhibirse. Además, muchos de los DJs que han puesto música a las compras se han convertido en figuras de talla mundial. En estos años, el Mercado de Fuencarral ha sido un espacio de muchos y muy notables estrenos.
Esta apasionante historia sigue viva todavía durante dos meses. Hasta el 25 de julio de 2015 se abre una oportunidad única para experimentar, ver, comprar y sentir en primera persona un icono. Una ocasión para despedir -o conocer- a un símbolo de la modernidad y la vanguardia del cambio de siglo en Madrid. Un espacio del que hablará la historia y del que queda una última oportunidad para llevarse un recuerdo, un objeto y una vivencia.
