La vorágine de información generada por los medios de comunicación españoles tras conocerse el caso del niño de seis años de Olot que ingresaba en estado grave en un hospital de Cataluña tras habérsele diagnosticado difteria ha llevado a una grave intoxicación de la sociedad. Muchos son los casos de noticias, informativos y reportajes que han creído pertinente enfrentar los argumentos de los antivacunas a las conclusiones de la evidencia científica, lo que ha generado una falsa percepción de que existe un debate científico al respecto. Televisión Española fue uno de ellos y ahora, ha pedido perdón.
Tras recibir un número infinito de quejas por parte de sus espectadores y reflexionar sobre la cobertura que se le ha dado en sus informativos a las personas que cuestionan la idoneidad de las vacunas, Televisión Española ha pedido disculpas. ‘Tienen razón las personas que se han quejado por dar más voz a los contrarios a las vacunas que a los partidarios’, ha comentado el defensor del Espectador, Ángel Nodal, en su programa ‘RTVE responde’. Éste reconoce que, aunque se corrigió en informativos posteriores, ha comprobado que la presencia de voces que cuestionan de una forma u otra las vacunas fue ‘desproporcionada’ a su relevancia social. Además, lamenta que los portavoces con los que se consultó ‘no tienen la formación especializada y los argumentos que manejan carecen respaldo científico de la OMS’.
Ángel Nodal ha ofrecido la versión de los editores del telediario. Según su explicación, en un primer momento ofrecieron en el telediario opiniones de dos ‘expertos’: un periodista y un psicopedagogo. Éstos abogaron por el estudio del caso en cuestión y la conveniencia de evitar las vacunas para evitar riesgos. Pero reconocen que resultaron ‘relegadas’ las voces claramente favorables a las vacunas. Para Nodal, ‘el trato equidistante que recibieron ambas posturas no es un valor añadido. TVE es un servicio público y su apoyo al sistema nacional de salud y sus recomendaciones deben ser claros e inequívocos’.
Esta disculpa se hace pública unos días después de que el presidente de la corporación pública, José Antonio Sánchez, traslase a los responsables de programación la prohibición de que personas sin título de Medicina opinen sobre ciencia o asuntos tan delicados como es una cuestión médica. El responsable del ente se defendió así en el Congreso de los Diputados después de que le recriminaran haberle dado espacio a la pseudociencias.