En un ciclo de sueño de ocho horas, los episodios de bruxismo rondan los 17 (38 minutos de media cada noche). Sin embargo, el paciente con bruxismo nocturno no es consciente de que sufre un trastorno de conducta que consiste en apretar o rechinar los dientes durante breves o parciales episodios de tiempo mientras duerme. Las advertencias de que se padece esta parasomnia suelen proceder de sus compañeros de cama o de habitación. Alarmados por el ruido que produce el hábito involuntario de rechinar las estructuras dentales sin propósitos funcionales, se lo hacen saber al paciente para que sea sometido a un examen dental.
Sin embargo, para las personas que duermen solas la detección del problema ha sido siempre mucho más complicado. La forma más común de llegar a un diagnóstico es que el paciente pase la noche en una Unidad del Sueño para que los profesionales sanitarios aprovechen el sueño profundo del paciente para intentar abrirle la boca y separarle los dientes para comprobar la tensión a la que se hayan expuestos. Al menos así era hasta ahora. Investigadores de la Universidad de Florida han desarrollado un protector bucal inteligente equipado con sensores que permiten detectar el rechinamiento a distancia y con más efectividad.
Por ahora es solo un prototipo capaz de enviar la información a un ordenador o teléfono inteligente a través de Bluetooth, donde un Odontólogo u Ortodoncista puede realizar un seguimiento de los hábitos del usuario, incluyendo la cantidad de fuerza que se está aplicando a los dientes, hacer un diagnóstico y proponer un tratamiento. Su creación ha sido idea de Yong-Kyu Yoon, profesor asociado de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Universidad de Florida. Y se le ocurrió cuando desarrollaba un conjunto de prótesis dentales que alertan al odontólogo cuando existe un ajuste inadecuado, incluso si el paciente no se queja al respecto. Este proyecto le hizo pensar en crear algo similar para ayudar a un mayor porcentaje de la población: los pacientes con bruxismo.
Tal ha sido el éxito del prototipo que los investigadores ya trabajan en otra versión del dispositivo que va más allá de la Odontología. Éste sería capaz de identificar si un atleta está deshidratado o no. También podría detectar si el usuario se sobrecalienta en función de su temperatura central del cuerpo; o detectar una conmoción cerebral basada en la fuerza de un golpe en la cabeza, lo que podría dar a los médicos una alerta temprana sobre la posibilidad de una contusión cerebral.