Keysight Technologies y la Fundación Adecco han presentado este miércoles, Día Internacional de las Tecnologías Apropiadas, el Informe Tecnología y Discapacidad, que analiza el impacto de las Nuevas Tecnologías en la calidad de vida de las personas con discapacidad. El análisis basa sus resultados en una encuesta realizada a 300 personas entre 20 y 58 años, con diferentes tipos de discapacidades. Resulta muy importante el papel que han desempeñado las Nuevas Tecnologías para reducir las situaciones de dependencia e incrementar la autonomía de las personas con discapacidad.
Según los datos que se arrojan de la presente encuesta, las Nuevas Tecnologías han mejorado la calidad de vida integral de 6 de cada 10 personas con discapacidad. Entre las respuestas que los encuestados han dicho para ejemplificar la mejora de su calidad de vida destacan: el hecho de poder comunicarse con personas con su misma discapacidad desde el otro lado del mundo, intercambiando experiencias y encontrando nuevos recursos; salir a la calle con menos miedo, saber que si pasa algo solo tienen que darle a un botón y llamar y que las apps permiten adaptarse al discapacitado al entorno social, por ejemplo, localizando rutas de ocio adaptado.
Las Nuevas Tecnologías ponen sobre la mesa una llamativa dicotomía: por un lado, suponen un importante estímulo para que las personas con discapacidad puedan mejorar su calidad de vida y acceso al empleo. Por otra parte, pueden intensificar la desigualdad si no se actúa sobre algunos ejes estratégicos: formación, adaptación, diseño, asequibilidad, etc. Así, un 55% sigue encontrando barreras para utilizar las herramientas tecnológicas convencionales. Esto quiere decir que, si bien las adaptaciones tecnológicas están suponiendo un gran avance, aún no son suficientes para cubrir todas las necesidades específicas de las personas con discapacidad. La mayor parte de estas barreras son de índole económico (22%). Recordemos que las personas con discapacidad presentan unas tasas de pobreza superiores a la media.
Además, un 19% ha hecho alusión a las barreras de tipo formativo: a pesar de contar con nivel adquisitivo, este porcentaje desconoce el modo de utilizar estas herramientas, pues no ha tenido ocasión de recibir formación para el manejo de las mismas. Por último, un 14% destaca barreras de accesibilidad. Es decir, aun contando con recursos económicos y con conocimiento para usar estas herramientas, no puede interactuar con ellas porque no están adaptadas a las circunstancias personales derivadas de su discapacidad.