Infatigable activista, Eugeni Rodríguez, Presidente del Observatori Contra L´Homofòbia, atiene la llamada de nuestro programa para transmitir un optimismo cauto pero indudable ante los nuevos aires que empiezan a soplar desde algunas alcaldías, promotoras de iniciativas que él considera “algo más que meros gestos”. Con un talante positivo pero sin bajar la guardia, considera una buena noticia el resultado del referéndum irlandés sobre el matrimonio homosexual (no su celebración, puesto que un derecho hay que implementarlo, no someterlo a votación) y que la llamada “ley Mordaza” supone un endurecimiento de las penas en lo que a delitos de odio se refiere (algo que sería deseable sin necesidad de recortar o suprimir otros derechos).
Pablo Vilaboy recuerda dos series con el inolvidable y reconocible sello de Aaron Spelling: “Vacaciones en el mar” y “Hotel”, ambas repletas de estrellas invitadas procedentes del Hollywood clásico, aunque sin descuidar a los grupos musicales punteros en el momento (especialmente la primera) ni a los jovencitos que empezaban a despuntar y que se pasearon por las diferentes cubiertas del Princesa del Pacífico o por los salones y habitaciones del Saint Gregory.
Juan Fernández nos invita a una necesaria autocrítica sobre aquellos aspectos que convendría mejorar en la celebración del MADO, especialmente en lo que se refiere a dar munición a aquel que no tiene dificultades en tergiversar, manipular, ponerse tremendista o promocionar sólo aquellos datos que le benefician en su constante hostigamiento e infatigable persecución.
Los cuarentañeros de ahora fuimos aquellos chavales de los ochenta que enloquecimos con los avatares de un puñado de estudiantes de la Escuela de Arte de Nueva York y aún seguimos vibrando cuando escuchamos los compases de la espléndida canción que dio título a una de las grandes películas de Alan Parker: “Fama”. Sin olvidar (¡Imposible hacerlo!) la serie de televisión que nació de la misma con aquella Debbie Allen a la que tantas veces hemos imitado (“Tenéis muchos sueños, buscáis la fama, pero la fama cuesta, pues aquí es donde vais a empezar a pagar: con sudor”), Pablo Vilaboy rescata calentadores, ilusiones y un puñado de temas imperecederos.
Seguiremos informando…