España, nuestra querida y rasgada España sigue asistiendo atónita a todo tipo de espectáculos que, una vez más, dejan a las claras que se han perdido las posturas, que se ha perdido la educación, y lo más importante: que hemos perdido el norte.
Es cierto que los fastos y las reuniones de ‘Estado’ en las que se trata de dar la mano durante horas y gastar en canapés que se atragantan en el Pueblo, están cada vez más demodé. Pero, también es cierto que si España cambiase el modelo de Estado, no se dejarían de producir fastos, gastos y terceras contabilidades.
Pero, lo que alarma a la sociedad es cuando se tropieza con un cabeza hueca que busca a través de sus descalificativos, llevar a su inerte huerto un agua que le está negada por su condición de inútil con desarrollo mental de un niño de cuatro años. Ayer, el cómico, porque es muy cómico todo lo que dice y hace, contaba que se cagaba en todo. La lista está en todas las redes, medios… Sin darse cuenta de que su única virtud es vivir de las subvenciones de la ceja, cuando no de una escaramuza en una serie, que deja a las claras que tiene muy pocas luces y que es un mal actor, un malísimo profesional, por eso se refugia en la política, porque hace gracia, o ¿por gracioso?. Claramente sigue la escuela de la política de los tontos alimentados por los impuestos de todos. Tontos con azotea transitable, que buscan portadas aunque para ello tengan que demostrar que no saben dónde están ni lo que se dice ni se hace en sus alrededores. Algunos que se atreven a decir barbaridades, al menos tienen conceptos claros y saben defenderlos. Con la diarrea, el tal Willy, o Wally o el Tonto, como cada uno prefiera, demuestra a las claras que España está muy enferma. Unas declaraciones como estas necesitan pasar por el filtro de la Justica y que los fiscales se encarguen de calificar la cagalera del actor secundario.
A volar con IBERIA…
LA HISTORIA DEL DÍA
Llegaba corriendo a casa, la lluvia amenazaba, y tenía una carrera corta, intensa… escapaba cuesta arriba. En lo alto, desde el aire, la madre mira y otea el horizonte… ¡Tranquila puedes pasar! escuchan los cernícalos amochados en las ramas. Dentro de la casa apuestas, con amor, con sorpresa, con novedad, con recuperación, con búsqueda y concreción de caminos. Ahora le toca decidir. Es difícil, es extraño, es inhumano. No hay que renunciar, pero sabe que su tiempo se lo debe a la pureza de su amor. De un amor que nace y destila en cada paso un camino que se construye entre dos. Una nueva forma de entender la esperada vida. Ella no existió porque no la dejaron reencarnarse. El amor de él continuó imperturbable hasta que le pusieron la inyección letal. Había oído voces que le acusaban de haber perdido todo por culpa de no haber tomado una decisión. Su alma guerrera le llevó al paraninfo de la universidad y se cargó a todo lo que se movía… Las armas, el número de armas, es como el número de tarados que están dispuestos a utilizarlas. Valga como ejemplo el ¡todos a una! Vivido ayer en Guatemala…
