“En el caso del PPSOE, da igual el cristal con que se mira: todo es mentira”. (Irene Lozano)
“Estos son mis principios; si no le gustan, tengo otros”. (Groucho Marx)
Entre los “nuevos políticos” ninguno está tan embebido de soberbia y autoritarismo como Pedro Sánchez. De ahí que, como ya viene siendo norma, ninguneara la opinión de la Federación Madrileña y contratara los servicios “escorts” de quien, tras haber sido rechazada por Rivera, se encontraba en oferta por liquidación de negocio después de haber elegido vivir de la política por medio del abuso de la ingenuidad y la simpleza del electorado.
Pocas decisiones, como la inesperada imposición de la siempre exacerbada periodista Irene Lozano como número 4 en la lista del PSOE por Madrid y como componente del grupo de expertos que elaborará el programa electoral, pueden resumir la decadencia moral que domina el panorama político. El inescrupuloso Secretario General debería bucear en lo más profundo de su ser, allí donde anida una inclinación inverosímil hacia la autodestrucción, y buscar una explicación enteramente sincera para un comportamiento guiado por las orejeras de su antojo que resulta desleal para los suyos y ridículo a cualquier observación neutral. La decisión dictatorial de regalar el acta de diputada a quien ejerce el transfuguismo como modo de subsistencia es un disparate de cara a la opinión del electorado por incauto que éste sea. Aunque la decisión de dejarse aconsejar por el prototipo de la degeneración democrática para elaborar el programa de regeneración es a todas luces un acierto. Hace años American Express contrataba la asesoría de los mejores falsificadores y estafadores con el fin de aumentar la seguridad en la utilización de sus tarjetas.
En definitiva, la prostitución intelectual de la que ha hecho gala quien ha perdido hasta el beneficio de la duda sobre su buena conciencia, encierra un rebajamiento que nos muestra lo más deprimente del ser humano. Pues, lo que su extraña relación con Sánchez enseña, en realidad, es la degradación absoluta de la decencia que nos trae un auténtico malabarista de la manipulación que anula el proceso de regeneración democrática que había prometido. Un líder arrebatado que, al igual que todos los líderes que en la vida han sido, se va pervirtiendo en proporción al aumento de su poder.
“En UPyD defendí la bandera de la regeneración democrática y el PSOE me incorpora para eso”, afirma la pesebrista en un discurso balbuciente para explicar su incorporación a esa organización corrupta que su elocuencia había denunciado con vehemencia durante cuatro años cuando, en apariencia, observaba una moral severísima que la llevó a repartir mandobles a mansalva hasta asegurar que para el PPSOE “su ideal europeo sería una mezcla de Suiza y Sicilia”. Pero, ¡que crack!, ¡cómo se tiraba filigranas! “Yo creo que Andalucía está cerca de parecerse a aquello que se decía en México del PRI, la dictadura perfecta”, otro latigazo que soltó en su día cuando siendo incapaz de regalar una flor al adversario era fantasía regeneracionista y palabra fácil. Cuando, seguramente, decía más de lo que pensaba, lo que lejos de eximirla de culpa la señala como mentirosa. De aquí el rebote que se cogieron la “cadadíapintomenos” de Susana Díaz, Cornejo y el resto del gueto de los ERES pasteleros. Unos ilusos que exigían una rectificación para poderla tener en cuenta. Pues nada de eso pendejo, el nuevo miembro de Cosa Nostra (siempre según sus palabras) no ha necesitado gesto, rectificación, ni perdón alguno para entrar a formar parte del clan de Sánchez. Muy por el contrario llega haciendo oídos sordos a las exigencias de prebostes como Rubalcaba y el presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, que se han tenido que tragar la fanfarronería inicial de sus exigencias y, perdidos el honor y la dignidad contra la conveniencia, se han buscado la excusa de acatar la decisión del don por no votar en contra de la lista que encabeza il capo di tutti capi.
La tránsfuga ha dicho que entiende las críticas que recibirá porque comprende la “naturaleza humana”. Y tanto que la conoce quien porta el veneno de Locusta en sus palabras. No tiene más que reconocerse para saber que la naturaleza humana está compuesta de indignidad, ambición, sinrazón, impulsos, propensiones y necesidades. ¿De qué iban a vender el ejercicio de su amor las fulanas si no fuera por su condición humana y la de sus clientes?
Su excompañero Carlos Gorriarán, que al fin y al cabo la conoce de primera mano, ha dibujado su silueta con dos trazos de desprecio: “Lozano se ha buscado un pesebre confortable, el PSOE de los Eres falsos. La vocación de todo parásito político, vivir de los tontos”.
Antonio de La Española.