El programa de entrevistas ha tenido que defender su liderazgo de las noches de los miércoles frente a un serio competidor. Y es que Mediaset ha cambiado su parrilla de este día para estrenar la película revelación del 2014, ‘Ocho apellidos vascos’ en prime time y simulcast en sus principales cadenas, Telecinco y Cuatro. Sin embargo, TVE y la productora Proamagna han preparado una nueva entrega de ‘En la tuya o en la mía’ centrada en el actor asturiano Arturo Fernández, quien ha compartido una fabada con Bertín Osborne mientras mostraba algunas de sus facetas más desconocidas.
Con 86 años, siempre ha estado muy preocupado por su aspecto y se hace de rogar. Es por eso que Bertín Osborne tiene que ir a buscarle a su dormitorio e intenta descubrir alguno de sus secretos de belleza. El anfitrión explica que tiene alguno, pero que ‘hay mucha competencia y no los voy a dar’. Sólo descubre que ‘si hace viento yo no salgo de casa porque me despeino’. Tumbados en la misma cama, comenta que con cierta edad es normal tomar pastillas, ‘pero su color siempre es blanco’ bromea. Arturo Fernández se mete con la vestimenta de su invitado, ‘vas de pena, pero lo que pasa es que eres simpático’. Y decide invitar a su sastre personal, con el que lleva trabajando más de 40 años y compara sus medidas con la de otros de sus conocidos clientes, como Julio Iglesias o Sean Connery.
Ya en una charla más formal, Arturo Fernández recuerda su infancia en Gijón y se emociona al rememorar el momento en que tuvo que despedirse de su padre cuando tenía 9 años, ya que éste ‘tuvo que exiliarse por la guerra y hasta los 18 no lo volví a ver’. Le sorprende que cuantos más años tiene ‘cada día me acuerdo más de mi madre’ y se arrepiente de no haberle dicho a su padre ‘que le quería por ese estúpido machismo’, pero confiesa que ‘se lo digo ahora en el cementerio’.
Como no aprobaba ninguna asignatura, con 12 años comenzó a trabajar en un taller de electricidad y ‘a día de hoy no se poner una bombilla’. Pero ‘mi vida estaba en otro lado’. Es por eso que se trasladó a Madrid ‘porque conocí a una mujer magnífica y pensé que me iba a morir si la dejaba’. Y en el camino se enamoró tres veces más. Llegó a la capital con 300 pesetas y quería ser alguien en la vida ‘para que mi madre se sintiera orgullosa de mí’. Arturo Fernández quería ser cantante, pero después de 5 meses en figuración, un ayudante de dirección le pidió que dijera una frase y así empezó a ser actor. También descubre el origen de la expresión ’chatín’, que comenzó a utilizar en la serie de televisión ‘La casa de los líos’ y que es muy utilizada en Asturias.
Arturo Fernández habla de sus tres hijos, ‘dos chicas casadas y un chico abogado y soltero’, que no han seguido sus pasos. Y cuando se le pregunta cómo es como padre, responde que ‘habría que preguntarles a ellos’ y asegura que ‘mis hijos están muy por encima de todo en la vida’. También tiene varios nietos y no le molesta que le llamen abuelo.
Llega Fabiola, la mujer de Bertín Osborne, y también la hora de comer y el anfitrión homenajea a su tierra cantando el ‘Asturias patria querida’ antes de comenzar la fabada. Muy celoso de su vida privada, es su esposa quien habla de cuando se conocieron. ‘Yo tenía 21 años y él 50’ y aunque tenía muchas novias, ‘me ofrecí a cuidarle a sus perros mientras rodaba en México y desde entonces’. Después de 30 años juntos, Arturo y Carmen no se han casado. Ella se lleva muy bien con los hijos del actor y el ‘único defecto que tienen es que no son mis hijos, aunque su madre es maravillosa’. Por su parte, Arturo Fernández revela el secreto de su relación: ‘Carmen es abogada y, por mucho que hagas, siempre quiere discutir pero yo soy muy tranquilo’.
El programa de hoy también recibirá la visita de Mariló Montero, que se verá por primera vez con Fabiola el paso de la presentadora por ‘En la tuya o en la mía’ y cuya polémica finalmente ha quedado en nada. Al actor le une una gran amistad con Mariló, incluso ‘le propuse actuar en una de mis obras de teatro’ pero ella rechazó.
A pesar de su larga trayectoria en el mundo de la interpretación, Arturo Fernández confiesa que ‘le quedan muchas cosas por hacer’ entre ellas interpretar a Otelo, pero cree que el maquillaje ‘mancharía el cuello de la camisa blanca’ que tanto le gusta llevar y que empañaría esa fama de galán que siempre le acompañará.
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