Kike Navas es un artista versátil que no deja de buscar nuevas vías de expresión con las que dar cauce a su desbordante creatividad. Formó parte durante ocho años del popular conjunto La Década Prodigiosa hasta que decidió centrarse en su carrera como solista, sin descuidar otras facetas en las que demostrar su preparación y facultades. En la actualidad, es uno de los nombres fijos en la programación del Teatro Prosperidad de Madrid con dos espectáculos infantiles: Los 4 magos y El libro mágico. Además, trabaja también en El musical de los cuentos de Walt Disney, del que es autor y director, y La princesa y el guisante, en el que se hace cargo de la dirección musical, al margen de participar en ambos como actor.
Kike Navas está encantado de haber descubierto esta vena que le conecta con el público infantil, el más fiel y más exigente. Sin embargo, en ninguno de los montajes se pierde de vista que los niños van al teatro acompañados por los mayores y por eso tienen un doble código con referencias a la actualidad y bromas que harán reír al público de cualquier edad (aunque no por las mismas razones). Kike Navas no desatiende su faceta de cantante solista puesto que, al margen de estar siempre inmerso en la preparación de nuevos temas y trabajos, pone en pie cada poco tiempo su espectáculo unipersonal. A través del espejo, con el que regresará en breve a las tablas del Prosperidad, un show que le permite desplegar todas sus artes interpretativas puesto que es mucho más que un recital al uso, es un concierto en el que se entremezcla lo teatral con lo autobiográfico, un artista vaciándose en escena.
Con motivo de las fiestas navideñas, habrá más oportunidades para ver tanto La princesa y el guisante como Los 4 magos y el libro mágico y sobre ambas funciones nos habla Kike Navas, quien también repasa otros momentos de su carrera, especialmente las satisfacciones que le ha reportado al otro lado del Atlántico una canción como Yo y mi mundo, su bandera musical. Además, Pablo Vilaboy nos acerca La leyenda de la ciudad sin nombre a través de la adaptación cinematográfica de 1969 que supuso el cierre de la filmografía del gran Joshua Logan. El musical de Lerner y Loewe permitió que Clint Eastwood y Lee Marvin demostrasen sus capacidades canoras (Jean Seberg fue doblada), logrando el segundo uno de los hitos de su carrera con la inolvidable Wandering Star. ¡Pinten su carromato y vengan con nosotros en este viaje!
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