Lo dicen los expertos: en Navidad se suele engordar entre 0,5 y 4 kilos de media. Y es que a las reuniones familiares hay que sumar las cenas de empresa y de amigos, además de los turrones, polvorones y otros dulces típicos de esta época a los que es imposible resistirse. Pero ¿se puede hacer algo para que el 7 de enero no haya que ponerse a dieta? Aránzazu Perales, nutricionista del Servicio de Endocrinología y Nutrición de los Hospitales Universitarios HM Montepríncipe y HM Torrelodones, dirigido por la Dra. Pilar García Durruti, asegura que no es necesario renunciar a nada en estas fechas. “Podemos tomar cualquier alimento o bebida, pero es importante hacerlo con moderación”, señala la nutricionista. A la hora de preparar el menú de estos días, hay diversas opciones. Se puede tratar de reducir un poco las raciones, poner menos aperitivos y añadir siempre verduras como guarnición. Se debe intentar bajar el contenido calórico de los platos poniendo menos aceite y evitando el uso de mantequillas y margarinas, así como optar por los asados (carnes o pescados). Además, las salsas no son necesarias si cocinan los platos al horno. Como postre, lo más ligero es la fruta. Un menú navideño saludable podría ser:
-Aperitivo: ceviche y marisco
-Primer plato: coliflor asada al pimentón con frutos secos o crema de puerros y setas.
-Segundo plato: ternera asada con verduras o lubina al horno
-Postre: macedonia de frutas o sorbete
El objetivo tiene que ser consumir la misma cantidad de comida (alimentos y bebidas) que se consumen en el día a día para mantener nuestras funciones vitales y actividad física. Este balance tiene que estar equilibrado al o largo del día, de la semana y de los meses. En este sentido, cada persona es un mundo. Aránzazu Perales afirma que la cantidad de calorías que debemos consumir depende de tres factores principales: la edad, de si somos hombre o mujer y de los niveles de actividad física que tenga cada uno. “Por tanto, no todos debemos consumir la misma cantidad de calorías. La buena noticia es que podemos modificar nuestros niveles de actividad física, de tal forma que cuanto más deporte practiquemos, más calorías podremos consumir sin que nuestro peso aumente”, apunta.
Mucha gente recurre a las dietas milagro antes de Navidad para perder algunos kilos y así “poder comer más a gusto”, y otros dejan el régimen para enero y los propósitos del nuevo año. Sin embargo, la experta insiste en que “hay que huir de estas dietas, ya que además de ser muy restrictivas pueden tener efecto rebote y hacer que se recuperen más kilos de los que se perdieron”. Y añade que controlar lo que se come en los días previos a estas fechas, no es la mejor opción por dos motivos: no es un hábito muy saludable y, aunque cambiemos nuestra alimentación, si no estamos asesorados por un profesional, se puede obtener un resultado contrario al esperado.