Según el estudio ‘Consumer data under attack: The growing threat of cyber crime’, elaborado por Deloitte, el número de ciberataques dirigidos a consumidores ha seguido en aumento durante todo 2015, hasta el punto de que el 39% de ellos ha sido víctima de algún virus o malware destinado al robo o manipulación de datos personales, lo que supone un crecimiento del 13% con respecto al año 2014. En este contexto, cabe decir que la seguridad de los datos personales se ha convertido en un tema de importancia capital para los usuarios y, por extensión, para las compañías.
Según este estudio de Deloitte, el 73% de los consumidores online se replantearía entablar de nuevo una relación comercial con una compañía que hubiera tenido un fallo de seguridad, sobre todo teniendo en cuenta los últimos incidentes de ciberseguridad acontecidos entre los usuarios y que han provocado una mayor sensación de vulnerabilidad. Por ello, es evidente que la formación de los consumidores sobre estos delitos ha aumentado, y la mayoría asegura que ya revisa de manera proactiva los sistemas de seguridad. De hecho, uno de cada tres consumidores cancelaría sus cuentas en comercios online como consecuencia de un ciberataque, incluso si la seguridad de sus datos no se hubiera visto afectada por el malware.
El comercio electrónico sigue siendo la segunda preocupación en temas de seguridad online, por detrás de las redes sociales, según el 54% de los participantes en este estudio. Algo que, sin duda, está teniendo repercusiones visibles, como, por ejemplo, el descenso en el porcentaje de aquellos consumidores que habitualmente realizan el pago de sus compras online mediante tarjeta (del 88 al 72%). Asimismo, otro de los cambios que se han producido en el comportamiento de los consumidores en temas de malware es la potenciación de una actitud proactiva respecto a la seguridad. Según destaca el informe, el 76% de los consumidores realiza chequeos de seguridad (un 24% más que en 2014) y el 56% reduce y controla su actividad online.
Es en esta área donde las compañías pueden empezar a ofrecer ventajas competitivas, ya que tres de cada cuatro consumidores consideran que es responsabilidad de las compañías proveer a los usuarios de las herramientas necesarias para proteger su privacidad, seguridad y reputación. Y el 64% desea que las empresas fortalezcan los procedimientos de autentificación con procesos extra, incluso a pesar de la carga adicional que pueda suponer para ellos.
Seguiremos informando…