Estamos acostumbrados a ver, todos los días, atentados de lo más variopintos en el mundo de la moda. Por eso, Twerkin for a Birkin viene esta semana para aconsejarte lo que no debes ponerte si quieres evitar el ir hecha un cuadro. Vamos, qué hay cosas que son imperdonables, así que… ¡Huye de ellas!
En primer lugar, atiende mucho a las tallas. No hay cosa peor que llevar una prenda que te queda grande o, incluso mucho más desastroso, pequeña. Es el horror de los horrores, además de que va a ser tan incómodo que lo que menos te importará será tu aspecto. Sabemos que te da mucha pereza esperar la cola en los probadores, pero mejor será eso que tener que volver a la tienda. Ten en cuenta que cada marca tiene su propio tallaje (porque así son ellas, muy chulas), así que nunca te fíes. Algo también muy importante es no disfrazarse. No nos referimos a vestirse para Halloween; hablamos de que seas siempre fiel a tu estilo y no intentes parecer lo que no eres. En el momento en el que lleves puesto un conjunto con el que no te identifiques, no serás tú. Si no eres de tacones o de ir con traje pero tienes una entrevista de trabajo, no te preocupes. Hay muchas alternativas más con la que ir adecuadamente sin que tengas que ponerte algo que jamás usarías. Recuerda: Ponte lo que realmente va con tu estilo… ¡Y siempre de tu talla!
Y hablando de estilo, el mundo de las blogguers e influencers, relacionadas con este tema, está en alza. De hecho, está bien seguir a aquella o aquel que más te guste, de cara a inspirarte, pero… ¡solo eso: inspiración! No copies, no te marques un Paula Echevarría, que aparte de que luego todo se sabe y las malas lenguas siempre hablan, por mucho que a esa persona le quede bien… Puede que a ti no. Así que coge ideas, pero no pretendas ponerte el abrigo de ‘animal print’ que a Dulceida le queda tan bien, si siempre has pensado que es el colmo del chonismo. Sé coherente. Y ya que hablamos del estampado… ¡Por favor! ¡Las cosas de una en una! Si te gusta este estampado, ten en cuenta que es arriesgado y que no puedes (ni debes, por tu bien) ponerte varias prendas, que lo lleven, juntas. ¿Has oído eso de menos es más? Pues en este caso, viene que ni pintado. El ‘animal print’ le dará un toque de color a tu look con el que puedes ir muy básica pero elegante; eso sí, no abuses. ¡En serio!
Ahora llegamos a algo que no sé qué mente perturbada inventó: los tirantes transparentes del sujetador. Basta, de verdad lo digo. Ni es bonito, ni es cómodo. Esos tirantitos de goma que se te pegan al cuerpo y luego te dejan la marca… ¡Never, never, never! No estamos en el 2000, ni somos las Spice Girls en sus años mozos, así que si todavía tenéis esas aberraciones del demonio en vuestro armario,… ¡Quemadlas! Vuestro estilo os lo agradecerá y los ojos de las personas a vuestro alrededor también. Pero si hablamos de sujetadores, no nos quedamos aquí. ¿Qué es eso de llevar un vestidazo con la espalda descubierta y que se te vea el sujetador? La gracia de ese tipo de modelo es llevar la parte descubierta al aire, sin nada que interfiera. Si tu vestido es precioso, pero de repente aparece un sujetador salvaje perturbando el panorama, todo será en vano. Por favor, las prendas que lleven partes del cuerpo al aire… dejadlas así. Si no os sentís cómodas yendo con todo libre como el viento, no os preocupéis. Existen muchos inventos como las pezoneras o sujetadores que se pegan al cuerpo y que no llevan ni tirantes, ni nada por detrás. Así que… ¡Ya no tenéis excusa!
Por último, nuestras amigas de Twerkin for a Birkin quieren hablarte de algo muy odiado pero que, sabiéndolos llevar, es una buena prenda: los leggins. A ver chicas, que no os den miedo, no muerden y con una blusita larga crean un outfit de 10. Eso sí, los leggins con tops más pequeños que un sujetador, pues… no. ¿Por qué? Porque parece o un pijama o que te vas al gimnasio. Ten en cuenta, además, que esta prenda marca mucho la silueta (por no decir otra cosa). Así que, úsalos con cuidado y con cabeza. Y que no tengan pelotillas por favor. ¡Ah! Muy importante también es que no uses unas mayas de gimnasio para vestir. Bueno, ni mayas ni cualquier ropa para hacer deporte. La ropa que usas para hacer ejercicio es específicamente para eso. No salgas a la calle con tu outfit del ‘gym mañanero’ porque siento deciros que no es nada estiloso. Nadie os dice que no os pongáis un chándal, o cualquier prenda con la que os sintáis cómodas, pero hay cierta ropa que está destinada, por su material o su forma, únicamente para ser usada en determinados sitios. Así que, tenedlo en cuenta.
Apuntad todos estos consejos o decídselos disimuladamente a esa amiga@ que anda un poco perdidill@… La semana que viene Twerkin for a Birkin vuelve para seguir iluminándonos con su sabiduría.
Seguiremos Informando…
