Cuando atravesamos una situación estresante, solemos buscar remedios con forma de comprimido o de cápsula que nos ayuden a aliviar nuestros síntomas. Sin embargo, a veces la mejor terapia para el mal que nos aflige tiene una forma bien diferente. En concreto, podemos encontrar tratamientos con cuatro patas y todo el cuerpo cubierto de pelo. Las mascotas, y en especial los perros o los caballos, se han convertido en eficientes coterapeutas que ayudan a médicos, fisioterapeutas y psicólogos en su trabajo diario.
Son capaces de ayudar a fortalecer a enfermos convalecientes; a devolver la sonrisa a los deprimidos; o a calmar a los pacientes más violentos. Pero ¿qué pasa cuando ellos son los que necesitan la ayuda? ¿Quiénes se solidarizan son ellos? Gloria Pavía, directora de Comunicación de Lush Cosmetics, señala que “hay asociaciones que están muy comprometidas con la protección animal y cuya labor es un referente en este campo”. En ellas trabajan empleados y voluntarios que dedican grandes esfuerzos a poner en marcha proyectos que les permiten salvar numerosas vidas. Sin embargo, estas entidades carecen, a menudo, de fondos para conseguir todo lo que se proponen. De ahí que el apoyo de compañías privadas sea tan importante.
La Asociación Nacional de Amigos de los Animales (ANAA) es una de estas organizaciones. Se fundó en Madrid en 1992 como respuesta al elevado número de animales que son abandonados y maltratados en nuestro país y a la deficiente atención de que son objeto por parte de la administración, que hasta el momento y salvo unas pocas excepciones, se ha limitado a recogerlos y eliminarlos, sin resolver el problema de una manera humanitaria y efectiva. María Costoya es voluntaria y responsable del Departamento de Comunicación y Marketing de ANAA.
En una entrevista en OndaSaludable, María Costoya explica la satisfacción que supuso para ANAA haber recibido los 9.700 euros donados por Lush Cosmetics gracias a los fondos recaudados con la venta de Charity Pot, la crema elaborada con productos de comercio justo y cuyo objetivo es recaudar dinero para ayudar activamente a los grupos implicados en la mejora y protección del medioambiente y en la defensa de los derechos humanos y de los animales.
En este caso, el 100% de lo recaudado con este producto se aportó íntegro a diferentes campañas de ANAA para fomentar la adopción, luchar contra el abandono y el maltrato de animales y conseguir una sensibilización y respeto hacia ellos. María Costoya explica lo que supuso esta aportación para la asociación e invita a los oyentes a valorar las ventajas de adoptar animales en lugar de comprarlos: “La adopción es una experiencia única”. “Si nos quedamos de brazos cruzados, no conseguiremos nada, pero si cada uno pone un pequeño granito de arena, se pueden cambiar las cosas”, concluye.
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