“Bal Bannan Nan”, así se titula la canción que el presidente de Haití y ex músico, Michel Martelly, ha lanzado con motivo de la celebración del carnaval nacional, este 7 de febrero. La pieza, que en el idioma creole haitiano se traduce “Dales la banana” y circula en las redes sociales como pólvora, está dedicada a Liliane Pierre Paul, una de las periodistas más reconocidas y respetadas del país. Con metáforas sexistas en las que incluso relaciona las partes íntimas de la reportera con un “plátano”, Martelly, artísticamente denominado “Sweet Micky”, se burla de Pierre Paul. La reportera con más de tres décadas de carrera, es fundadora de la Asociación Nacional de Medios de Haití (ANMH); directora de Radio TV Kiskeya, una popular emisora que ha alcanzado elevadas cuotas de audiencia y se ha destacado por ser una dura crítica de los malos actos del gobierno.
Michel Martelly, alcanzó la fama al frente de una banda de konpa dirèk, un género bailable surgido en Haití en lengua criolla. Como teclista popularizó un estilo renovado del ritmo y se autoproclamó “el presidente del konpa dirèk”. Tras incursionar en la política, el 14 de mayo de 2011 llegó al poder, pero en octubre pasado anunció que retomaría su profesión de cantante al terminar su gestión el 7 de febrero, con una participación en el desfile de carnaval, justo al día siguiente. El vídeo a continuación, muestra a Sweet Micky “en acción” durante la celebración de dicha fiesta antes de ser Jefe de Estado. La música, es el coro de la polémica canción.
“En lugar de pasar los últimos momentos de su mandato tratando de encontrar soluciones a los problemas del país y contribuir, a través de su participación, para buscar formas de resolver la crisis posterior a las elecciones, el presidente Michel Martelly prefiere atacar a la prensa haitiana, muy crítica de su gestión y que ha sido un impedimento para los excesos de su régimen. Este acto incalificable refleja la irresponsabilidad y falta de cuidado del Jefe de Estado que prefiere ponerse su traje de artista”, manifestó Hérold Jean- François, presidente de la ANMH, en un comunicado.
La canción, que comienza con la frase “me da igual cualquier situación, nada me importa”, fue lanzada a través de una página web especializada en música de carnaval, a una semana de finalizar su mandato y en medio de una fuerte crisis política. Para la ANMH, la melodía no solo ataca a la periodista, sino a toda la prensa haitiana y a la libertad de expresión.
“El Presidente de la República es el garante de la cohesión social y no el instigador de la denigración y el linchamiento público de los ciudadanos y los ciudadanos vistos como opositores. Más allá de las divisiones que caracterizan a nuestra sociedad, Liliane Pierre Paul, con su trayectoria lineal, su compromiso patriótico diario y bastante desinteresado merece respeto, no burla. En cualquier sociedad que agradezca y reconozca el mérito y la devoción de sus ciudadanos, Liliane Pierre Paul sería un modelo para mostrar (…) por ser uno de los personajes que más crédito da a nuestro país y a su profesión”, expresaba el comunicado.
¿Quién es Liliane Pierre Paul?
En la década de 1980, Liliane Pierre Paul se convirtió en una de las periodistas más críticas del régimen de Duvalier. Como reportera de la emisora independiente Radio Haití Internacional se encargó de exponer y denunciar los problemas sociales, corrupción e injusticia, hasta el punto de ser apresada y prohibirle la entraba a distintos ministerios públicos. Debido a amenazas de muerte en su contra, Pierre Paul tuvo que exiliarse en Venezuela y Curazao durante seis años. A su regreso, se negó a ser silenciada y a pesar de estar en una “lista negra”, continuó su trabajo, aunque desde la clandestinidad.
En 1990 la Fundación Internacional de Mujeres en los Medios (IWMF, por sus siglas en inglés) le concedió el primer “Premio a la Valentía en el Periodismo”. Este reconoce “la fortaleza y carácter extraordinario a la hora de cubrir noticias” de las periodistas que están dispuestas a arriesgar su vida o su libertad continuamente con el fin de cumplir con su trabajo, a pesar de la opresión gubernamental, la presión política, el peligro para su integridad física u otros obstáculos intimidantes”.
Despreciada por los grandes dueños de medios, incluido el director de la radio donde trabajaba, por su defensa de la lengua nativa sobre el francés a la hora de comunicar e informar a una población, el galardón internacional la impulsó a crear su propia estación, Radio Kiskeya. Con sus programas fomentó un “movimiento revolucionario” que daría lugar a “los ciudadanos analfabetos, pero informados”. Esta filosofía de los medios de comunicación, la han puesto en el punto de mira de los sucesivos gobiernos haitianos. En el de Jean-Bertrand Aristide, donde dos periodistas fueron asesinados y más de 30 tuvieron que huir al extranjero, Liliane Pierre Paul fue víctima de amenazas y atentados que provocaron el cierre temporal de la estación.
Por hechos como este se embarcó en la fundación de la Asociación Nacional de Medios en Haití (ANMH), un grupo de periódicos independientes y medios de difusión, que promueve el pluralismo, la democracia y la libertad de prensa.
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