Meritxell Martorell ha pasado en tan solo dos programas desde su estreno en 21 días, de estar desnuda cubierta de sushi, a vestir bajo la túnica negra que tapaba su cuerpo entero para adaptarse a una comunidad ortodoxa en Ciudad de Guatemala.
A pesar de los esfuerzos de Martorell por adaptarse a cualquier ambiente, 21 días sigue siendo la última opción para los espectadores en el Prime time del viernes. Ayer, la presentadora mostraba cómo ha sido la convivencia junto a judíos ultraortodoxos, cambiando de tercio por completo respecto a su estreno en un prostíbulo. La semana pasada, la experiencia de Martorell integrándose en la vida nocturna de varias prostitutas, fue seguida por 1.105.000 espectadores y obtuvo un 6,9% de cuota de pantalla.
Quedaba la última en la parrilla televisiva, por detrás de Equipo de investigación. Aunque en esta segunda edición 21 días ha subido una décima, llegando al 7% y mejorando su número de espectadores hasta los 1.072.000, no termina de coger fuerza. Los 21 días con Judios Ultraortodoxos dejaron anécdotas como la indignación de la presentadora al ver la educación que reciben las niñas en Ciudad de Guatemala o su sorpresa al tener que taparse la cara por completo en presencia de hombres de la comunidad.
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