La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha decidido que el estrés ocupe el eje central del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo en su edición 2016. La OIT entiende que los riesgos psicosociales tales como el aumento de la competitividad, mayores expectativas sobre el rendimiento y largas horas de trabajo contribuyen a que los ambientes de los lugares de trabajo sean cada vez más estresantes.
Con este punto de partida, la agencia de comunicación Torres y Carrera ha elaborado un estudio en colaboración con Evidentia Marketing y expertos en Seguridad y Salud Laboral para analizar la relación existente entre el estrés laboral y las nuevas tecnologías.
Enganchados a la red
En la actualidad, 36 de los 46 millones de españoles tienen acceso a internet. Desde 2014, España ha registrado un cambio de hábito que ha erigido a los móviles como los dispositivos más usados para tener acceso a la red. Aún así el ordenador sigue siendo la herramienta que más empleamos en términos de navegación. Los internautas de nuestro país pasan una media de casi seis horas diarias enganchados a la red. De éstas, 3 horas y 47 minutos lo hacen desde un ordenador y 1 hora y 55 minutos desde un dispositivo móvil.
El análisis de la navegación en RRSS muestra como los principales picos de uso se registran en el marco de la jornada laboral (entre 09:00 y 19:00 horas), un dato que refrenda el peso que han adquirido las redes en nuestra actividad cotidiana.
Nuevas patologías
El inadecuado empleo de las tecnologías a nuestro alcance acarrea un riesgo de sobreexposición que ha favorecido la aparición de nuevas patologías. Estas tecnopatías van desde la Apnea del WhatsApp (ansiedad por consultar mensajes de manera compulsiva) a la depresión de Facebook (necesidad de visualizar perfiles de otros usuarios como forma de reducir la tristeza al recordar momentos felices del pasado) pasando por el síndrome de Google (el cerebro no logra recordar y olvida datos como consecuencia del uso frecuente de buscadores de internet).
Según la OMS, el estrés laboral es la reacción que puede tener un individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos y capacidades, y que ponen a prueba su capacidad para afrontar la situación. Sin embargo, como también reconoce la OMS, un nivel de presión laboral aceptable por el trabajador, es positivo para el mismo, ya que lo mantiene alerta, motivado y en condiciones de aprender, y para su organización.
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