Durante el IV Congreso de la Sociedad Española de Trasplante (SET), que se celebra estos días en Santander, se ha recordado que en gran medida, el aumento de la donación de órganos se debe al rápido crecimiento que ha tenido la donación en asistolia (‘a corazón parado’), que contribuyó al 17% del total de donantes fallecidos el año pasado. Según explica la Dra. Beatriz Domínguez-Gil, médico adjunto de la Organización Nacional de Trasplantes, el impacto de esta actividad ya es evidente y se concibe como una de las claras vías de expansión del sistema de donación español.
Junto con la Dra. Nuria Masnou, coordinadora de trasplantes del Hospital Josep Trueta de Girona, la Dra. Domínguez-Gil moderó la sesión plenaria del encuentro científico dedicada a la donación en asistolia. Con unas cifras excepcionales de donación, en 2015 se amplió la distancia que España venía manteniendo con el resto del mundo. Supera ya en más de 20 puntos a la Unión Europea (19,6 donantes por millón de población) y en más de 13 puntos a Estados Unidos (26,6 donantes pmp): “La actividad lograda en España es inimaginable para cualquier país del mundo”, apunta la especialista.
En España ya hay 60 hospitales con un programa de donación en asistolia activo, cuando a comienzos de año eran 51, señala. En números absolutos, con 314 donantes en asistolia en el año 2015 (6,7 pmp), España es el tercer país del mundo en este tipo de donación (EEUU registró 1291 casos y Reino Unido 505 en el año 2014). En el resto de Europa, la actividad sigue estando restringida a un número limitado de países. “El nivel de interés por este tipo de donación va en aumento y el liderazgo de España en este tipo de donación cada vez es más evidente”, añade.
Como explica la Dra. Domínguez-Gil, la utilización de corazones de estos donantes con éxito es un logro que han alcanzado muy pocos países: “Conocemos las experiencias de Australia y Reino Unido y será uno de los aspectos a considerar en los próximos años”. Durante el congreso, el Dr. Stephen Large del Papworth Hospital de Cambridge compartió la experiencia de su centro con la utilización de corazones de estos donantes. El procedimiento exige la utilización de un dispositivo en el que se emplaza el corazón una vez extraído y que permite evaluar su funcionamiento y mantenerlo en condiciones adecuadas hasta su trasplante.
El Dr. Stephen Large, cirujano jefe en el primer trasplante de este tipo realizado con éxito en Europa, indicó que en Reino Unido, donde él desarrolla su trabajo, las tasas de donación cardiaca son decrecientes. Esa necesidad empujó al equipo de investigadores del Dr. Large a estudiar las probabilidades de éxito del trasplante cardiaco ‘a corazón parado’, que dio sus primeros frutos en su empleo en pacientes en Europa el año pasado y desde entonces se ha realizado en dos centros británicos con una tasa de supervivencia del 92%.
El futuro del trasplante
El Dr. Marcos López Hoyos, secretario de la SET, moderó junto con el Dr. Jordi Cano, científico titular en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, la sesión dedicada a las nuevas estrategias de trasplante. El Dr. López Hoyos explicaba que en el mundo del trasplante los esfuerzos para aumentar los donantes son constantes, ya que las necesidades de los pacientes que esperan un órgano no están totalmente cubiertas. Entre las nuevas estrategias, citaba los modelos experimentales de “reconstrucción” de órganos que, por sus condiciones, no podrían ser utilizados pero que pueden regenerarse a partir de su matriz con el empleo de células madre.
En general –añadía- la tendencia es avanzar en técnicas que hace tan solo unos años eran impensables, entre ellas están algunas que ya cuentan con cierta consolidación en España, como el trasplante en receptores AB0 incompatibles (en los que las diferencias en tipo de sangre entre donante y receptor crean una respuesta del sistema inmune), que lleva practicándose una década, y que será objeto de un análisis en términos de coste-beneficio, ya que los tratamientos previos que requiere pueden ser costosos.
También destacaba la realización de donación renal cruzada, implantada por la Organización Nacional de Trasplantes en 2009, que consiste en la incorporación de los datos de parejas de donantes y receptores incompatibles a una base compartida a partir de la cual se realizan procedimientos simultáneos cuando otras parejas ofrecen un órgano compatible. “En el último procedimiento de este tipo se implicaron ocho centros “, recordaba.