Salvados acababa su temporada por todo lo alto con José Sacristán. Con ayuda de su filmografia, Jordi Évole ha aprovechado para repasar la historia reciente de España. El actor apuntaba que la Castilla en la que creció “era como vivir en la Edad Media” y dejaba claro que la crisis que vivimos, es en realidad, una “tercera guerra mundial encubierta”. Así, seguía de contundente en Salvados: “Los recortes en sanidad, en educación, el empleo precario… toda esta insolencia del poder económico marcando las reglas de juego, es algo más que una crisis, porque lo está sufriendo quien lo está sufriendo. Y desde la posición de la izquierda esto se acepta como la única opción lógica. Ahora no caen bombas pero está el ‘muerto moral y laboral’”.
“Me siento orgullosísimo de haber formado parte de la plataforma del ‘No a la guerra’” afirmaba Sacristán. También tenía para el IVA: “El IVA al 21% es un castigo. La cultura les resbala”. Recordando la transición le decía a Évole: “Había que estar allí cuando se salía de donde se salía, y se sabía quién tenía el cañón y el tanque”. No faltó la Iglesia en su entrevista, a la que Sacristán aludía a tenor del testimonio de Elisa, imputada por participar en un protesta contra la reforma de la ley del aborto: “Hoy no es de esperar que la Iglesia Católica ofrezca los mínimos márgenes a propuestas feministas. La Iglesia tendría que empezar por reclamar el respeto que no han tenido”.
La izquierda también recibía su sabio varapalo en Salvados: “La izquierda ha demostrado la falta de contundencia a la hora de la defensa de unos valores morales. Ha estado poniendo el cazo mucha gente y mirando para otro lado. La izquierda no puede, de ninguna de las maneras, perder la brújula del norte de su responsabilidad moral” e incidía: “Los actores notamos mucho la falta de convicción, el gesto inútil para la galería. Hay políticos que tienen el recurso del mal actor. Iglesias cometió un error al echar mano de la cal viva en el parlamento”.
Coincidiendo con el aniversario del 15-M, Sacristán afirmaba: “Me pareció formidable, pero no hay que perder el sentido crítico” y se sinceraba sobre las elecciones: “Es una oportunidad para apartar al PP”. Confesaba para finalizar en Salvados, que ha encontrado su lugar en el mundo: “Estoy en la perplejidad expectante. No quiero caer en el escepticismo, prefiero como opción ¿por qué no? Me reconozco en el espejo cuando me miro por las mañanas”.
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