La puesta en común de diferentes experiencias en la cadena de atención al infarto entre todos los profesionales implicados en esta área ha sido el objetivo principal del encuentro científico Compartiendo Experiencias en Código Infarto, reunión celebrada recientemente en Madrid con el patrocinio de la compañía biofarmacéutica AstraZeneca. Un total de 50 cardiólogos y médicos de emergencias de diferentes comunidades autónomas han hecho balance en este encuentro de la implantación del Código IAM (Infarto Agudo de Miocardio) en todo el país.
“La implantación en España de las redes de Código IAM ha supuesto un incremento notable del número de angioplastias primarias, que en el año 2015 ha superado el número 15.000, según datos comunicados en el reciente congreso de la Sección de Hemodinámica de la Sociedad Española de Cardiología celebrado en León”, explica el Dr. Rafael Hidalgo, director del Área del Corazón de los Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío y director del encuentro. “Sin duda, este hecho está relacionado con la disminución de la mortalidad por infarto en España en los últimos años”, asegura el especialista.
De acuerdo con los profesionales implicados en el área, la situación actual de las redes de infarto en el país es resultado de un destacado trabajo multidisciplinar. “Se ha mejorado mucho en los últimos años en la coordinación de los diferentes stakeholders existentes en el manejo del SCA. Hemos aprendido a trabajar en red y esto es muy importante para el avance en el tratamiento de patologías tan prevalentes y con una tasa de mortalidad tan alta como el 30% en la fase prehospitalaria”, afirma el Dr. José Ramón Rumoroso, responsable de la iniciativa Stent For Life España.
La etapa prehospitalaria fue señalada como clave por los especialistas de los Servicios de Emergencia (SEM), que enmarcan en este contexto uno de los principales desafíos a superar. “Incrementar el número de pacientes que contactan con los SEM como Primer Contacto Médico (PCM) es un reto difícil al que, sin embargo, no debemos renunciar. Su utilización mejora todos los parámetros clave en el pronóstico final de estos pacientes y debemos incrementar el número de pacientes que los emplean. Es la llave para un acceso adecuado a una red de asistencia al IAM”, explica el Dr. Fernando Rosell, médico de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES) en Almería.
El otro reto para mejorar la calidad asistencial de estos pacientes sigue siendo, según el Dr. Rosell, “trabajar en red, con un sentido transversal de la asistencia, para lo que hace falta diálogo, consenso, estructuración de la redes y un sistema de información que nos permita conocer los resultados y analizar las dificultades”. El especialista destaca, además, como fundamentales las medidas para implementar las recomendaciones clave de las guías de práctica clínica: “una adecuación a las medidas tipo I para el mayor número posible de pacientes tendría mucho más efecto que cualquiera de las novedades aparecidas”, indica.
Mejores prácticas y retos de la estrategia nacional
Tal y como resume el Dr. Hidalgo, durante el encuentro se ha destacado también “la importancia de ampliar el concepto Código Infarto a los programas de atención a pacientes que presentan un SCA sin elevación del segmento ST, así como la relevancia de diferentes best practice que buscan la mejora continua del proceso de atención al infarto”. Las cuatro best practice presentadas “van orientadas a disminuir las demoras en toda la cadena de atención al infarto, remarcar la importancia de la formación en todo el equipo e impulsar el uso del electrocardiograma y las nuevas tecnologías desde el primer contacto médico”, detalla el director del encuentro.
Por otra parte, en esta cita también se hizo balance de la Estrategia Nacional de Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud. “Desde la publicación del primer plan integral 2004-2007, ha sido fundamental para mantener un grado elevado de cohesión en la definición de la estrategia para tratar cardiopatía isquémica, incluyéndose los estándares de tratamiento integral de los pacientes y medidas muy importantes como la prevención”, explica el Dr. Rumoroso, que señala como reto de esta estrategia “lograr la equidad en el tratamiento para el conjunto de la población” y asegura que la próxima edición “incorporará muchas mejoras en este sentido”.
En referencia al tratamiento, los expertos subrayan las ventajas de las nuevas estrategias de antiagregación. “La disponibilidad de inhibidores del P2Y12 más seguros y mucho más eficaces, mejora los resultados de las intervenciones percutáneas realizadas sobre los enfermos. La mejoría en los resultados clínicos mediante la reducción de los eventos clínicos tras un SCA y reducción de la mortalidad es un avance que no debemos pasar por alto. Gracias a los últimos estudios, hay antiagregantes que cuentan con el aval científico para ser implementados como arma terapéutica de primera línea”, concluye el Dr. Rumoroso.