En las últimas semanas todos hemos observado con más o menos curiosidad el misterioso mensaje que muchos de nuestros amigos de Facebook publicaban en su perfil personal. Simplemente escribían “Reto aceptado” y acompañaban la publicación de una fotografía suya en blanco y negro. Nada más. Sin saber con absoluta certeza de qué se trataba dicho reto, muchos usuarios cayeron en la trampa de darle un “Me Gusta”, lo que generaba que inmediatamente recibieran un mensaje de su amigo: “Hola. Como le diste me gusta a mi foto, tendrás que poner una foto tuya en blanco y negro con la frase: Reto aceptado. Vamos a llenar Facebook de fotos en blanco y netro para la lucha contra el cáncer”. Esta breve alusión al cáncer ha conseguido sensibilizar a muchos usuarios, los cuales se han encargado de convertir el asunto en un fenómeno viral. Pero ¿qué hay detrás de todo esto?
Los expertos advierten de que se trata de una cadena más, aparentemente inofensiva, que está circulando por Facebook e incluso por Twitter, en cuyo caso se está utilizando el hashtag #Retoaceptado, alimentándose del poder sensibilizador que tiene la palabra “cáncer” en la sociedad. Pero a través de ella, no se consigue ayudar a las personas que conviven con el cáncer o apoyar la investigación de terapias que puedan disminuir la mortalidad o aumentar la calidad de vida de los pacientes oncológicos. De hecho, en el mensaje que recibe el usuario “retado” no se especifica en ningún momento cuál será su contribución, pero él, ignorante, pica en el anzuelo de este tipo de mensajes falsos conocidos como “hoax”.
Estos engaños masivos por medios electrónicos surgen como intento de hacer creer a un grupo de personas que algo falso es real y se valen, por ejemplo, de la solidaridad de los ciudadanos o de ganchos como el miedo basado en el valor monetario o en el daño para la salud. Recordemos cuando recibimos por WhatsApp aquel mensaje en el que nos advertían de que la herramienta comenzaría a ser de pago de manera inminente y que podríamos esquivar el gasto monetario si reenviábamos el mensaje a determinadas personas.
Internet es el medio más popular para hacer circular estos bulos; de hecho, encuentran su máxima expresión en foros y redes sociales como Facebook. Y, aunque puedan resultar inofensivos, pues la finalidad de poner en marcha estas cadenas no es lucrarse, pueden resultar muy destructivos. Así lo asegura la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI). El objetivo de sus autores es conseguir direcciones de email, captar direcciones IP, congestionar servidores y crear bases de datos para realizar posteriores campañas de envío de “spam”. Y las consiguen con un simple “Like” de aquellos que inocentemente piensan que están contribuyendo a hacer un bien para la sociedad.
Para evitar caer en estos bulos, los expertos en seguridad informática apelan a la sensatez y animan a aprender a reconocer las informaciones falsas de las que no lo son. Por ejemplo, detallan que Los bulos normalmente contienen una petición de reenvío. Se solicita el reenvío para alertar a otras personas, para evitar mala suerte, para evitar la muerte, para concienciar a otros o con cualquier otro motivo. Según los experto, no reenviar ni difundir este tipo de mensajes es fundamental.
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