Los logros económicos conseguidos por el gobierno de Mariano Rajoy durante la anterior legislatura han sido el mantra escogido por el presidente en funciones para intentar convencer al resto de grupos parlamentarios de apoyar su nueva candidatura como presidente del Gobierno. Mariano Rajoy se presenta a la investidura con un total de 170 escaños (los 137 del Partido Popular, los 32 de Ciudadanos y el de Coalición Canaria), que se quedan a seis de conseguir la mayoría absoluta (176 escaños).
En la única intervención de la tarde, y además de la economía, la “unidad de España” y el rechazo a la existencia de una alternativa de gobierno más “razonable” que la suya han sido los ejes vertebradores de un discurso pronunciado sin entusiasmo.
El discurso de Mariano Rajoy estaba dividido en dos partes claramente diferenciadas. La primera tenía como objetivo explicar las razones por las que aceptó el encargo de Felipe VI para formar gobierno. La segunda buscaba explicar a toda la Cámara los principales ejes del programa de Gobierno que ha firmado con Ciudadanos y Coalición Canaria. Y en todas las partes Rajoy ha introducido datos económicos de todas clases: los que tienen que ver con crecimiento del empleo, de la economía, medidas económicas para el futuro…
La estrategia de Mariano Rajoy era esperada, ya que suele identificar otros gobiernos con la puesta en peligro de lo conseguido en materia económica durante estos últimos años. Así lo ha dejado entrever, por ejemplo, cuando ha indicado que lo logrado no puede “arriesgarse por ‘aventurerismos’”, en clara referencia a un gobierno representado por una coalición de izquierdas.
En este sentido, las palabras más repetidas por el candidato han sido estabilidad, confianza, credibilidad, fiable… “Hay que dar confianza a todo el mundo”, “Necesitamos un gobierno fiable, previsible”, “gobierno estable”, “pérdida de credibilidad” son sólo algunas de las oraciones pronunciadas por Mariano Rajoy durante esta primera sesión del debate de investidura.
Mariano Rajoy también ha tenido palabras para su oposición más aparente: el bloque de izquierdas formado por Unidos Podemos (Podemos e Izquierda Unida) y el Partido Socialista. A los primeros los ha tachado de radicales, recalcando que la única opción “viable” y “razonable” de Gobierno es la que el Partido Popular propone, y no un gobierno de “mil colores y radicalidad”.
En el caso del PSOE, ha atacado con la estabilidad cuando ha expresado que su gobierno sí sería seguro y podría empezar a trabajar desde este preciso momento, “no necesita un año para ponerse al día y resolver sus contradicciones internas”. También ha dedicado un bloque de bastante tamaño de su intervención a la herencia recibida del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en 2011 y lo que ha hecho su Gobierno para “recuperar la economía”.
El discurso de Mariano Rajoy ha apelado también a las conciencias del resto de partidos indicando que la responsabilidad de formar gobierno es “compartida” por todos y que, como el Partido Popular no tiene mayoría, invoca a todos “los que defienden la Constitución” para evitar que haya unas nuevas elecciones. “¿Es que alguien quiere convocar unas terceras elecciones? ¿Cuántas veces?”, se preguntaba el candidato por el Partido Popular. “Jamás se han tenido que repetir unas elecciones en Europa por falta de acuerdos”, continuaba diciendo para agitar la culpabilidad en el resto de partidos.
Este miércoles comienza la votación de investidura, donde Rajoy necesita una mayoría absoluta. Antes de la votación, desde las 09.00 horas, los líderes de los grupos parlamentarios tienen 30 minutos para replicar lo dicho por Rajoy en esta primera sesión. Comenzará Pedro Sánchez como representante del segundo partido más votado y se sigue en orden descendente según representación en el Congreso de los Diputados.
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