El papel tradicional del farmacéutico como preparador y dispensador de medicamentos ha evolucionado en la última década para centrarse más en los pacientes y su seguimiento que en los productos. De este modo, Ibermática ha presentado TCUIDO, una solución que posibilita ofrecer servicios adicionales y de valor añadido en las farmacias, al mismo tiempo que evita un mayor gasto público. El envejecimiento de la población y la alta prevalencia de las enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión, plantean importantes retos económicos para la sanidad. El seguimiento y dispensación de medicamentos para este tipo de pacientes supone una oportunidad para el sector farmacéutico, cuyos profesionales han evolucionando desde su tradicional papel centrado en el producto a una visión centrada en el cliente-paciente.
Con el fin de dar una solución que permita al sector ofrecer estos servicios de valor añadido en las farmacias y realizar un seguimiento profesional y controlado, Ibermática ha presentado TCUIDO, una herramienta con la que se puede realizar el seguimiento de ciertas variables (hemoglobina glicosilada, glucosa capilar o la tensión arterial), llevar un control y asesoramiento de pacientes con patologías concretas, generar informes de seguimiento mediante la extracción automática de conocimiento, promover campañas de vida saludable o incentivar comportamientos y hábitos sanos mediante la gamificación.
La herramienta de Ibermática ha optado por dar protagonismo a la gamificación porque está demostrado que impulsa la participación y el aprendizaje mediante el incentivo de comportamientos positivos, y dispone de un verdadero potencial para generar motivaciones, a través de distintos retos. Así, ofrece a los pacientes la posibilidad de compararse con otros y obtener un reconocimiento dentro de su entorno y, con ello, contribuir a su realización personal, aumentando su motivación en la realización de las tareas que forman parte del tratamiento, mediante la recompensa de la actividad a los participantes. La idea es convertir en sociable el control de las variables y los hábitos, así como facilitar la adherencia a los tratamientos administrados.