La comunidad científica está asistiendo a un repunte sin precedentes de las Enfermedades de Transmisión Sexual entre la población mundial en los últimos años. Este aumento ha alcanzado máximos históricos en la actualidad y tiene su origen, según los expertos, en cambios sociales y culturales que están echando por tierra los esfuerzos y el descenso logrados tras los años más duros de la epidemia de infección VIH.
Con el objetivo de analizar esta cuestión desde una perspectiva epidemiológica, clínica y ética, la Fundación de Ciencias de la Salud dedica la edición 46 de la revista EIDON a reflexionar sobre las conclusiones de la jornada: Las enfermedades de transmisión sexual: de la Epidemiología a la Ética y sobre las nuevas técnicas de detección moleculares que han revolucionado el diagnóstico de las ETS.
Según el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en agosto de 2016, 131 millones de personas contraen clamidiasis cada año, 78 millones gonorrea y 5,6 millones sífilis. En total, se producen 357 millones de nuevos casos por alguno de los patógenos de transmisión sexual más prevalentes anualmente. Además, se calcula que hay más de 500 millones de personas con infección genial por el virus del herpes simplex (VHS) y más de 290 millones de mujeres están infectadas por el virus del papiloma humano (VPH).
“Uno de los mayores defectos de las aproximaciones más clásicas a los problemas éticos está en el abordaje directo de la dimensión moral de tales cuestiones, sin pasar antes por un cuidadoso y detallado análisis de los hechos”, explica el profesor Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud (FCS), quien asegura que EIDON 46 pretende ayudar “a la reflexión sobre problemas de acuciante actualidad e importancia de nuestra vida sanitaria”.
Ante estas cifras, los doctores Almudena Burillo y Emilio Bouza, del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid, ponen de relieve las ventajas de las nuevas técnicas de diagnóstico moleculares en el artículo El presente y el futuro del diagnóstico de laboratorio de las enfermedades de transmisión sexual. Avances espectaculares en el nuevo milenio. “Las nuevas técnicas de detección moleculares ofrecen excelentes resultados y tienen la ventaja de tener mayor sensibilidad en comparación con la del cultivo tradicional, por lo que permiten el diagnóstico de infecciones extragenitales en los casos, por ejemplo, de gonorrea”, reza el texto.
Los métodos de detección de ETS son más rápidos y más precisos, permitiendo, según los autores, un diagnóstico casi inmediato en la mayoría de las ocasiones y despistaje más adecuado de pacientes asintomáticos y oligosintomáticos: “El concepto de que son procedimientos caros es erróneo puesto que se contabiliza exclusivamente el precio de adquisición de la prueba y no el impacto clínico en el proceso”. La disminución del tiempo dedicado al diagnóstico permite, además, disminuir el plazo que debe esperar el paciente a recibir tratamiento y reducir el riesgo de transmisión de la enfermedad.
Causas y consecuencias del crecimiento de las ETS
En algunos casos, estas enfermedades pueden conllevar consecuencias adversas graves para la salud reproductiva como infertilidad o transmisión de madre a hijo. Según la OMS, en el último año, 900.000 mujeres embarazadas se contagiaron con sífilis, lo que se tradujo en 350.000 fetos con distintos grados de afectación, incluyendo mortinatos. Además, el la resistencia a los antimicriobianos supone una amenaza para el control de estas enfermedades a nivel mundial. “Las ETS son enfermedades prevenibles y curables en su mayoría y todas las organizaciones sanitarias mundiales tienen como prioridad su prevención primaria, su diagnóstico rápido, el tratamiento de los infectados, el estudio de contactos y la comunicación de los casos a las autoridades de salud pública para su control”, apuntan los doctores Burillo y Bouza, quienes defienden que estas políticas demuestran que las enfermedades de transmisión sexual son un problema de salud pública de primera magnitud.
De este modo, estos expertos aseguran que las causas del crecimiento de las ETS son complejas y se enraízan en cambios sociales y culturales, entre ellos, la pérdida de miedo por contraer una enfermedad considerada mortal como el VIH: “Su solución pasa por mejorar la educación y la cultura sobre el sexo desde momentos tempranos de la formación de los individuos, por mejorar los sistemas de detección rápida y por un acceso fácil a consejo y cuidados sanitarios de toda la población sin discriminación por su pertenencia o no al sistema sanitario”. El último número de la revista EIDON también incluye una entrevista a Pablo Rodríguez del Pozo, profesor asociado en la División de Ética Médica de la Facultad de Medicina Weill-Cornell en Qatar (facultad gemela de su homónima en Nueva York) por parte del profesor Diego Gracia, un análisis sobre el cerebro prematuro, escrito por Felipe Verjano, y dos crónicas, una sobre los 25 años de la FCS y otra sobre la jornada organizada por esta institución sobre enfermedades raras.